Los sindicatos de Iberdrola claman contra el convenio salarial que lleva vigente apenas unos meses. Los empleados de la eléctrica llevan semanas reclamando una actualización salarial por encima de lo que marca el acuerdo ante la escalada de los precios de la cesta de la compra.

Desde que empezara el año, los sindicatos se han manifestado a las puertas de la sede de Bilbao y la semana pasada decidieron dar el salto a Madrid, para visibilizar el malestar que tienen ante la “falta de diálogo que tiene Iberdrola con nosotros”, señalan fuentes sindicales a este periódico.

El origen de la batalla salarial data de 2011 ya que el convenio firmado por aquel entonces dejó de tener cláusula de garantía salarial y, en 2015, fijó el índice EBITDA como referente para la revisión de las nóminas entre un 0 y un 0,7% como máximo, explica el delegado del sindicato vasco ELA, Gorka López a este periódico.

Aquel documento fue firmado por SIE, Atype, CC OO, USO y CGT, al que se sumó UGT en 2015. Dos años más tarde se rubricó una nueva firma por los mismos sindicatos. No obstante, en el pacto que se inició en 2020 solo la firmaron USO, SIE y Atype y se empezaron a tambalear los cimientos sindicales de Iberdrola.

1.000 euros de paga

Antes de 2011, el convenio de subidas salariales estaba ligado al incremento del IPC anual. Ahora solo permite una subida anual máxima consolidable del 0,7%, tal y como se señalaba anteriormente. Con el contexto inflacionista actual, los sindicatos pidieron una revisión en el convenio, pero Iberdrola se negó. No obstante, Iberdrola replicó el modelo de Inditex, que también se ha comprometido a dar una paga de 1.000 euros a sus empleados.

La paga que dio Iberdrola a los empleados es “insuficiente” para los sindicatos y es por eso que volverán a manifestarse en la junta de accionistas de la compañía. Este bonus hizo que la mejora salarial fuera de un 2,3%, si bien ELA considera que “es una cifra engañosa puesto que no es consolidable a un año”.

Otro motivo de enfado por parte de los empleados de Iberdrola es el aumento porcentual que ha brindado la compañía en los salarios. Los trabajadores recuerdan que los sueldos han crecido un 1,96% en los convenios firmados en el sector de suministro de energía, mientras que el de Iberdrola lleva congelado 13 años al 0,7%.

Desde ELA se critica la pasividad de Iberdrola en este asunto: “Es incomprensible que la empresa genere beneficios récord y sus empleados pierdan poder adquisitivo en los peores momentos para muchas familias”, explican en conversación con este periódico.

Elecciones celebradas

La poca revalorización en los salarios provocaron un vuelco sindical en Iberdrola. Las organizaciones que ayudaron a sacar adelante los anteriores convenios fueron penalizados por los votantes y UGT, CCOO y ELA fueron los grandes vencedores en las elecciones celebradas en febrero.

El primero de ellos ha pasado de tener 134 delegados en 2018 a 149 en la actualidad. CCOO también ganó cuota y pasó de tener 80 a 88 representantes mientras que ELA obtuvo 45 frente a los 35 que sacó hace cinco años. Frente a estas mejoras, destacó el descenso de Atype, sindicato de mandos intermedios. De 108 representantes pasa a tener 65.

Tras estas elecciones, UGT y CCOO ganaron fuerza negociadora frente a Iberdrola con casi el 50% de los representantes, ya que contarán con mayoría respecto a los anteriores.