El Consejo de Administración de Unicaja Banco ha cesado a su consejero delegado, Manuel Menéndez, tal y como ha comunicado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Esta decisión se ha tomado en la sesión celebrada este jueves y se ha acordado por unanimidad.

El objetivo, según apunta Unicaja, es "avanzar de manera más ágil y eficaz en la definición del modelo de gobernanza del banco". De esta manera, se cumpliría las previsiones de proyecto común de fusión entre Unicaja Banco y Liberbank.

El cese en el cargo de consejero delegado de Manuel Menéndez se hará efectivo cuando se nombre al nuevo consejero. En ese momento también se producirá la dimisión de Menéndez como miembro del Consejo de Administración.

Según el comunicado de entidad en la CNMV, se ha iniciado de "inmediato" el proceso para la selección y posterior designación del nuevo consejero delegado. El Consejo de Administración ha acordado asimismo agradecer a Menéndez su dedicación y servicios prestados a la entidad.

La salida de Menéndez de su cargo de CEO de Unicaja Banco se produce antes de su reevaluación, prevista para finales del mes de julio.

Esta tarde, previamente a la reunión del Consejo de Administración de la entidad, el patronato de la Fundación Unicaja (accionista mayoritario con el 30%) se había reunido para proponer el cese de Menéndez. Según El Confidencial, que adelantaba la noticia sobre este proceso, el consejo de administración de la entidad bancaria se reuniría esta tarde, tras la celebrada por el fundación.

Este cambio se engloba dentro del proceso de remodelación del consejo de administración que la entidad lleva abordando tras su fusión por absorción con Liberbank en julio de 2021.

En concreto, el acuerdo de fusión establecía que, en el plazo de dos años desde la operación, es decir, antes del 30 de julio de 2023, el consejo de administración debe modificar el modelo de gobernanza de Unicaja Banco, de tal manera que el presidente del consejo, Manuel Azuaga, deje sus funciones ejecutivas y se reevalúe al consejero delegado, Manuel Menéndez. Además, este modelo debe ser notificado al Banco Central Europeo (BCE).

A raíz de la fusión han acontecido diversos cambios en la 'cúpula' tanto de Fundación Unicaja, máximo accionista del banco con el 30,236% del capital social, como de la propia entidad. Por un lado, en junio de 2022 Braulio Medel dejaba la presidencia de la fundación tras las dudas sobre su idoneidad expuestas por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, siendo sustituido por José Manuel Domínguez.

Posteriormente, entre diciembre de 2022 y el pasado mes de febrero, dimitieron los cuatro consejeros dominicales de la fundación presentes en el consejo de Unicaja Banco, Juan Fraile, Petra Mateos, Manuel Muela y Teresa Saenz, ante la intención del patronato de sustituirlos por Miguel González, Juan Antonio Izaguirre, Natalia Sánchez y José Ramón Sánchez, un cambio que se hizo efectivo en la junta de accionistas celebrada el pasado 30 de marzo.

Paralelamente, cuatro consejeros independientes han salido del consejo del banco: María Garaña y Jorge Delclaux presentaron su dimisión del cargo, mientras que los nombramientos de Maite Costa e Isidoro Unda fueron rechazados en la junta de accionistas.

De esta forma, Unicaja Banco se enfrenta a este proceso de remodelación que incluye la designación de cuatro nuevos consejeros independientes, la reevaluación de su consejero delegado y la separación de las funciones ejecutivas en el cargo de presidente.

Los sindicatos han venido expresando durante este periodo su disconformidad con las condiciones laborales y el modelo importado de Liberbank que ha impulsado Menéndez en Unicaja Banco. La entidad, que como consecuencia de su fusión por absorción de Liberbank aplicó un Expediente de Regulación de Empleo de 1.513 empleados en 2022, no descarta llevar a cabo un nuevo proceso de ajuste laboral para mejorar su rentabilidad.

El nuevo ajuste podría aprovechar el 'excedente' de 500 peticiones que hubo en el último ERE para acometer la nueva reestructuración. Además, se trataría de una medida que, si bien en un principio, consumiría capital, posteriormente supondría un ahorro de costes, impulsando la rentabilidad en el largo plazo.

El Grupo Unicaja Banco obtuvo un beneficio neto de 34 millones de euros en el primer trimestre de 2023, un 43,2% menos respecto al mismo periodo de 2022, por el impacto que ha supuesto sobre sus cuentas el impuesto temporal a la banca.