La alta inflación provocó que los bancos centrales reaccionaran y cambiaran su política monetaria. Así, hace un año comenzó un nuevo ciclo para atajar esa inflación, pero que está provocando turbulencias en el sistema financiero. Desde que comenzaron estas subidas de tipos, los expertos alertaban de una posible recesión económica y por lo tanto un aumento de la morosidad y de los impagos. Sin embargo, el buen comportamiento del empleo está haciendo que esa morosidad no llegue, pero sí que está aumentando los créditos en vigilancia especial. 

El informe de la situación financiera de los hogares y las empresas del Banco de España muestra que los créditos en vigilancia especial, aquellos en los que, aún sin haberse producido ningún evento de incumplimiento, se ha observado un incremento significativo del riesgo de crédito desde el momento de la concesión, han aumentado un 18% en marzo en comparación con el año anterior. El aumento afectó tanto al crédito para adquisición de vivienda como, en mayor medida, al crédito al consumo. 

Los créditos dudosos a hogares continuaron descendiendo en los últimos trimestres, con una caída interanual en marzo del 22,5%. El retroceso es generalizado por categorías (vivienda, consumo y empresarios individuales). Con todo esto, la ratio de dudosos se situó en el 3% en marzo de 2023 para la cartera de hogares, lo que supone una caída interanual de 0,8 puntos porcentuales. Descendieron las ratios en todas las modalidades. En cambio, las ratios de préstamos en vigilancia especial aumentaron significativamente: 0,8 puntos porcentuales, hasta el 6% para el conjunto de hogares, 0,7 pp en vivienda, y de 1,5 pp en consumo.

La principal razón por la que los créditos en vigilancia especial han aumentado es por la subida de tipos y su repercusión en el euríbor. Tal y como señalan desde el Banco de España, las familias con deudas a tipo de interés variable, y especialmente aquellas con rentas más bajas, habrían experimentado mayores dificultades para hacer frente al servicio de su deuda o a otros gastos.

Los hogares han reforzado su posición patrimonial a nivel agregado desde finales de 2022, si bien los segmentos más vulnerables habrían experimentado un deterioro mayor en su capacidad de devolución de la deuda o de hacer frente a otros gastos.

Así, la información del cuarto trimestre de 2022 evidencia un aumento de la riqueza bruta en términos reales, tras las caídas de los trimestres anteriores gracias a la moderación de la inflación. En este contexto, se detectan algunos indicios de deterioro de la calidad crediticia en los préstamos concedidos a los hogares. 

Además, los costes de financiación de los hogares y las empresas han seguido elevándose de forma generalizada, un reflejo del cambio de tono de la política monetaria del Banco Central Europeo y la oferta de crédito bancario se estaría volviendo más restrictiva. De acuerdo con los bancos, la contracción de la oferta de crédito se explicaría fundamentalmente por el aumento de los riesgos percibidos, asociados al deterioro de las perspectivas macroeconómicas, así como por su menor tolerancia a ellos.

"El aumento de las dificultades de acceso al crédito habría afectado especialmente a las familias de menor renta y, en el caso de las empresas, a las de menor tamaño, las constituidas recientemente y las que presentan mayores vulnerabilidades financieras", se señala en el informe.

Aunque la situación económica de los hogares ha experimentado una mejora, con una recuperación progresiva del poder adquisitivo perdido desde 2021 como consecuencia de la elevada inflación, se ha intensificado el efecto adverso de la subida de los tipos de interés sobre la renta disponible de los deudores y los hogares de renta baja.

De su lado, la tasa de ahorro de los hogares ha abandonado la tendencia descendente observada tras alcanzar niveles históricamente altos durante la pandemia. El repunte reciente de la tasa se habría visto impulsado por la mejora en la capacidad adquisitiva de las familias, así como por la contracción del consumo. De hecho, en el primer trimestre de 2023 se situarían en niveles por encima de su media histórica.

En cualquier caso, el Banco de España explica que el comportamiento de la tasa de ahorro durante los últimos años ha sido compatible con la acumulación de activos líquidos por parte de los hogares. Desde finales de 2022, se observa una recomposición de estos activos desde el efectivo y los depósitos a la vista hacia instrumentos con una mayor rentabilidad esperada, como las letras del tesoro, los depósitos a plazo y los fondos.