Vodafone España trabaja para volver a la senda de los beneficios en un mercado machacado por la guerra de precios y la hipercompetencia. Tras cambiar de consejero delegado y apuntalar los mimbres del comité ejecutivo con la llegada de Federico Colom, un hombre experimentado en el sector de las telecomunicaciones, la empresa ha iniciado diferentes operaciones para cumplir con los objetivos de su hoja de ruta marcada hace varios trimestres.

El primero de ellos es el ahorro de costes. Como todas las grandes empresas, la subida de costes a causa de la inflación ha provocado que Vodafone haya diseñado un plan para ahorrar en gastos y equilibrar la balanza. Una de las medidas adoptadas es la de reorganizar su sede y agrupar a todos los empleados de la filial de la operadora británica en dos de los cinco edificios que dispone su emplazamiento en las afueras de Madrid.

Fuentes de la teleco indican a este periódico que “en un momento en el que los costes energéticos y otros tantos se han disparado por culpa de la inflación” tiene sentido reubicar a los empleados en las oficinas centrales. Además, según narran fuentes conocedoras de la situación, Vodafone ha iniciado los primeros contactos con el dueño de la sede principal para poder realquilar los espacios que se han quedado vacíos una vez consumado el traslado de los trabajadores a los dos edificios anteriormente citados.

La operadora no es propietaria del emplazamiento por lo que ha iniciado las negociaciones pertinentes con su casero para poder subarrendar las zonas libres. No obstante, tal y como explican fuentes de la propia compañía, la operación no se activará inmediatamente puesto que “el proceso es largo y las conversaciones entre las dos partes han comenzado recientemente”.

Refuerzo de su área comercial

La compañía, entre rumores de posible venta de la filial española, quiere seguir avanzando en el crecimiento orgánico en el mercado nacional. Así lo ha querido transmitir el nuevo CEO de Vodafone España a sus trabajadores a través de una carta enviada a todos los empleados recientemente. En la misiva, a la que ha tenido acceso este periódico, el dirigente valora el esfuerzo de todos los empleados de la compañía y relata los principales hitos que quiere lograr la operadora en los siguientes trimestres. A su vez, habla de algunos de los recortes que la empresa baraja para menguar sus costes y su estrategia para generar más ingresos.

En el texto, Mário Vaz avanza que el departamento comercial de Vodafone España será el buque insignia de la compañía. Como este medio ha contado anteriormente, las tres grandes operadoras no paran de perder clientes a costa de otras low cost como Digi, que centran su estrategia en ofrecer servicios a bajo coste.

Por ello, la teleco destinará buena parte de sus recursos en el área anteriormente citada para retener a sus clientes e intentar captar usuarios de otras empresas. Fuentes de la compañía explican a este periódico que dentro de la hoja de ruta diseñada por el CEO actual se han incrementado las partidas en marketing, publicidad y tiendas para aumentar su cartera de contratos. A su vez, Vodafone tiene grandes esperanzas puestas en la captación de clientes industriales y empresariales y los equipos comerciales contarán con más recursos para incrementar ingresos a través de esta vía.

En la misiva a la que ha tenido acceso este periódico, el nuevo consejero delegado apela a sus empleados a hacer un esfuerzo extra en las áreas clave ya que entiende que es "el momento" para poder recuperar el terreno perdido durante estos años.

La incertidumbre que rodea a la filial española es notable, una vez que la matriz dijera abiertamente que “todas las opciones están encima de la mesa” en relación a la venta de Vodafone España. Además, Expansión adelantó que la teleco estaría trabajando junto a asesores externos, como Morgan Stanley o Garrigues, con la intención de valorar las distintas opciones de las que dispone su filial en España.

Vodafone está recibiendo ofertas por parte de inversores privados para vender su unidad de negocio en España. La filial española estaría valorada en 4.000 millones de dólares (alrededor de 3.700 millones de euros), según Bloomberg. También se ha hablado meses atrás de la venta fija de su red de banda ancha, gran parte de la misma procedente de la adquisición de Ono.

Para calmar los ánimos, la dirección de recursos humanos ha iniciado una ronda de reuniones con las diferentes áreas de Vodafone España para calmar los ánimos, según ha podido saber este periódico. En estas charlas, la filial ha tranquilizado a sus empleados asegurando que el futuro en la región ibérica está “asegurado” y que los despidos programados por la matriz no afectarán a España.