La crisis energética provocó que muchas de las empresas del sector se vieran beneficiadas por el aumento de las materias primas. Pero con la normalización de éstas durante 2023, los resultados empresariales semestrales distan mucho del mismo período del año anterior. Es el caso de Repsol que ha visto como sus ganancias caen un 44% debido al menor precio del petróleo.

En concreto, la empresa ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que su beneficio neto es de 1.420 millones de euros por la "situación diferente" a la vivida el año anterior.

Por su parte, el beneficio neto ajustado cae un 15,7%. No obstante, la empresa ha confirmado un dividendo de 0,70 euros por acción y unas inversiones por valor de 3.000 millones de euros para el resto del año.

Repsol aprobó ayer una nueva reducción de capital mediante la amortización de 60 millones de acciones propias, que se sumará a los 50 millones de acciones canceladas en junio. La combinación de dividendos y reducción de capital supondrá en 2023 la distribución de cerca de 2.400 millones de euros a los accionistas.

“Hemos logrado durante el trimestre unos sólidos resultados y desempeño operativo en todos los segmentos de negocio en un momento de volatilidad continua en los mercados energéticos globales. A su vez, y tras lograr todos los principales objetivos marcados en nuestro Plan Estratégico dos años antes de lo previsto, presentaremos una actualización de nuestro Plan Estratégico durante el primer trimestre de 2024", señala el CEO Josu Jon Imaz.