Que el salario mínimo llegue al 60% del salario medio. Es la sorpresiva reivindicación que ha lanzado esta semana la organización de trabajadores UGT como uno de sus objetivos para este curso que empieza. "Porque 1.080 euros no es el 60% del salario medio. Lo venimos diciendo durante los últimos meses y hoy lo ratificamos", aseguró este miércoles su secretario general, Pepe Álvarez, en rueda de prensa.

Después de haber acordado con el Ministerio de Trabajo la última actualización del salario mínimo interprofesional (SMI), el sindicato ha decidido pedir más al Gobierno porque entiende que el cálculo que se llevó a cabo para determinar la última subida no fue apropiado. “El 60% fue determinado por el grupo expertos y ni siquiera ellos mismos en sus conclusiones fueron capaces de cuantificarlo exactamente, por eso nos han dejado la metodología para poder continuar situando cuál es el salario medio. Pero hay un organismo estatal que para nosotros es de absoluta confianza, que es la Agencia Tributaria, que ya sitúa el salario medio y es sustancialmente superior al que define el grupo de expertos de Trabajo", remachó el sindicalista.

El conflicto, hasta hace unos meses inexistente, tiene que ver con cómo se determina el salario medio del país. Es la cifra misteriosa que durante los últimos años se viene utilizando como referencia para determinar en qué nivel debería establecerse el SMI, ya que la carta social europea recomienda que el salario mínimo se sitúe en el 60% del salario medio, considerado en términos netos. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se fijó como objetivo llegar a ese nivel, pero para eso primero era necesario saber cuánto ganan los españoles. Una tarea nada sencilla, puesto que no existe una estadística oficial al respecto.

Durante su investigación, el grupo consideró que la Encuesta de Estructura Salarial era la estadística más adecuada, porque incluía salarios a jornada completa y descontaba cotizaciones sociales, IRPF y otros pagos como horas extra, al contrario de lo que sucede con otras fuentes. Sin embargo, la última EES publicada databa de 2018, por lo que los expertos debían tratar de calcular el salario medio de 2020, pese al impacto que la pandemia del coronavirus ocasionó en el mercado laboral. Después de cumplir su cometido, la comisión de expertos hizo el mismo trabajo de cara a 2022, encontrando las mismas dificultades.

Y es en ese punto donde UGT ahora parece discrepar con los expertos de Trabajo, al considerar que deberían tomarse los datos de la Agencia Tributaria. Según estas estadísticas, que no se actualizan desde 2021, el salario medio de cada español sería de 25.460 euros anuales en términos reales y de 28.301 euros en términos estimados, cifras que usa el sindicato para afirmar que el SMI está por debajo de ese salario medio estimado (el 60% son 16.980 euros anuales, es decir, 1.213 euros al mes en 14 pagas).

El sindicato opina que si según la Agencia Tributaria el 60% del salario medio eran más de 1.200 euros ya en 2021, hoy día, dos años después, debe ser superior, y por tanto el SMI debe aumentarse ya como mínimo en 100 euros al mes. Actualmente y desde el mes de enero, el salario mínimo interprofesional está en los 1.080 euros brutos mensuales en 14 pagas (15.120 euros brutos anuales).

Por otro lado, hay que tener en cuenta la visión de los empresarios -el Gobierno tiene la obligación de consultarles antes de cualquier movimiento de este tipo-, que ya han opuesto a los últimos incrementos. Desde CEOE y Cepyme continúan considerando que las empresas, sobre todo las pequeñas, están viéndose perjudicadas por la fuerte inflación, y esa fue la razón por la que en enero consideraron que el incremento planteado no era conveniente. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que aunque la ministra Díaz prometió a los sindicatos que podría volver a revisarse en primavera, si fuese necesario, no ha sucedido y que el adelanto electoral hace improbable que se produzca ninguna nueva subida hasta principios del próximo año.

Revalorización automática con el IPC

"Queremos que vaya al Estatuto de los Trabajadores que sea una revalorización automática, como la revalorización de las pensiones", aseguró Álvarez. Así, esta será otra de las prioridades de las organizaciones sindicales de cara a este nuevo curso. Es una petición que no es nueva, y que el Gobierno por el momento nunca ha valorado aprobar, pero que para los trabajadores que menos cobran supondría un importante sostén al no depender de las decisiones del Ejecutivo.