Falta mano de obra en la construcción. Y el interés de los más jóvenes por formarse en este campo es menguante. Los programas de Formación Profesional en Edificación y Obra Civil pierden alumnos año tras año y en el curso 2021-2022 tenía un 45,6% menos que en el curso 2007-2008, en pleno boom inmobiliario.

El último informe del Observatorio Industrial de la Construcción recuerda que el mínimo histórico de la serie se alcanzó en el curso 2018-2019. Y pese a las buenas perspectivas de futuro y las oportunidades laborales que hay en el sector para los próximos años, parece que esta rama de formación no consigue atraer a suficientes alumnos.

El sector vive un boom de trabajo, en parte por los proyectos que quedaron atascados con la pandemia, y, en parte, gracias a los fondos europeos que se dedican a la construcción de infraestructuras y a la rehabilitación energética de edificios.

Si bien "la preferencia hacia los estudios de FP en España es cada vez mayor", en lo que respecta a la evolución del alumnado matriculado en la familia profesional de Edificación y Obra Civil "presenta una tendencia inversa", reconoce el informe de la organización que agrupa a la patronal CNC y a los sindicatos UGT FICA y CCOO del Hábitat.

En el curso 2007-2008 se registraron 11.492 alumnos matriculados en FP en Edificación y Obra Civil, un 2,5% sobre el total de la FP en España. Pero en el curso pasado, la cifra se quedó en 6.256 alumnos matriculados en EOC, lo que representa un escaso 0,6% del total del alumnado matriculado en FP. De ellos, no todos finalizan los ciclos de formación. En el curso 2020-2021 solamente 1.678 personas lo hicieron. Esto representa "una cifra totalmente insuficiente para abastecer las necesidades del mercado laboral" de la construcción, incide el informe.

Los titulados de Grado Medio tienen una oportunidad de empleo mayor que en el resto de sectores para el período 2023-2030, según el estudio. En el mismo habrá 90.352 vacantes, lo que representa un 9,9% del total del conjunto de la economía. Los de Grado Superior tendrán 72.432 oportunidades laborales, que suponen un 5,9% de las que se producirán en el conjunto del mercado laboral español.

El sector estima que habrá 700.000 oportunidades de trabajo a lo largo de la década. Y de forma mayoritaria, esas vacantes se producirán por remplazo, en puestos de trabajo que necesitarán ser cubiertos debido a jubilaciones de la población ocupada.

De hecho, el sector adolece de un acuciante envejecimiento. Desde 2008 hasta 2022, los menos de 30 años ocupados se ha reducido del 25,2% al 9,2%. Por contra, los mayores de 50 han subido hasta representar el 35% de la fuerza laboral del sector el año pasado.

"La nueva industria de la construcción demanda personas trabajadoras con cualificación, que preserven la continuidad de los oficios y desarrollen competencias emergentes, con perfiles tecnológicos. En el sector aparecen nuevos materiales y técnicas que permiten la especialización a la que sólo se puede acceder con formación", recalca el texto.

La conclusión es que la FP en Edificación y Obra Civil "no podrá abastecer la cantidad de personal que se necesita en la construcción a corto plazo". El problema no es baladí, pues también afecta a los perfiles algo más técnicos. Hace escasas semanas, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) un nuevo catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, por el que autoriza a las empresas a contratar trabajadores en países extranjeros.

En concreto, permite que las compañías busquen fuera carpinteros de aluminio, metálico y pvc; montadores de carpintería metálica, aluminio y pvc; instaladores electricistas de edificios y viviendas; instaladores electricistas en general; conductores-operadores de grúa en camión; conductores-operadores de grúa fija -también "en general"-, y conductores-operadores de grúa móvil.

Por su parte, el informe ahonda en las causas de la falta de atractivo para los jóvenes de aquí. Tanto la FP como la propia construcción "cuentan con una carencia histórica de prestigio social basada en una imagen obsoleta que no coincide con la realidad", recalca el texto.

Además, pone de manifiesto que en el mercado laboral conviven aquellos trabajadores con formación reglada con otros de baja cualificación o directamente sin formación. Esa igualdad de condiciones de acceso y permanencia en el sector provoca una desincentivación de la matriculación en los ciclos de FP.

Lamentan además una cierta falta de oferta en algunas Comunidades, donde algunos centros recortan plazas y los privados optan por no ofrecerlos por falta de rentabilidad. Los ciclos de esta rama son muy prácticos y consumen una elevada cantidad de materiales e infraestructuras.