El sector de la construcción tiene problemas para encontrar mano de obra cualificada. Sin embargo, hay unas profesiones donde las empresas tienen más complicaciones para encontrar empleados. Un 65% de las constructoras ve "extremadamente difícil" contratar encargados de obra, según el I Informe sobre el Estado de la Mano de Obra, realizado por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) entre casi medio millar de compañías asociadas.

El presidente de la CNC, Pedro Fernández Alén, alerta de este déficit en plena llegada de los fondos europeos de recuperación, que España recibirá durante los próximos años. El informe realizado por la patronal releva que también resulta especialmente complicado encontrar capataces, albañiles, encofradores y operarios de puesta en obra de hormigón.

Asimismo, hay dificultades para lograr carpinteros, instaladores de fachadas técnicas, montadores de prefabricados estructurales, especialistas en trabajos verticales u operadores de grúas, montacargas y de maquinaria similar de movimiento de materiales.

No es fácil tampoco que las empresas dispongan para las obras de operarios para trabajos en altura temporales; montadores de cubiertas, escayolistas, aplicadores de revestimiento de pasta y mortero, soldadores o colocadores de parqué.

"La gran mayoría de las empresas van a tener dificultades importantes para encontrar mano de obra para el sector de la construcción", decía Fernández Alén durante su intervención en una Jornada organizada por CEPYME y Randstad. La preocupación no está tanto en las grandes obras públicas, donde trabajan grandes compañías con sus propios cuadros de personal, sino especialmente en las pequeñas y medianas empresas, que son mayoritarias en el sector.

Por contra, "los perfiles que menos dificultades tienen son los antiguos", abundaba Fernández Alén. Es más fácil es encontrar pintores y empapeladores, cristaleros, peones de la construcción de edificios y de obras públicas y operadores de carretillas elevadoras. "Estos perfiles se encuentran de una manera razonablemente fácil", detallaba.

Asimismo, el informe también recoge otros perfiles que presentan menos dificultades de contratación. Entre ellos, los montadores-instaladores de placas de energía solar; los electricistas; los instaladores de material aislante térmico, sonoro e impermeable; los montadores de gas; o los instaladores de conductos en obra pública.

Abundan también los operadores de maquinaria de movimiento de tierras; los mecánicos instaladores de refrigeración y climatización; los fontaneros; los instaladores de cerramientos metálicos y carpinteros metálicos; así como los montadores de estructuras cableadas.

Desempleo juvenil

Pero la falta de mano de obra se da en un contexto de desempleo juvenil. En 2007 había más de 345.000 menores de 25 años en el sector de construcción. "Eran jóvenes que cotizaban, tenían riqueza, formaban familias y consumía", recordó Fernández Alén. Pero con la llegada de la crisis, en menos de un año, se pasó a sólo 206.000 jóvenes empleados en el sector.

Apenas unos años más tarde, en 2013, llegaron a caer por debajo de los 30.000. Y la cifra no ha vuelto a remontar con especial potencia. En el cuarto trimestre de 2021, el nivel se quedó en 53.000 personas menores de 25 empleados en un sector que da empleo a 1,4 millones de trabajadores. "Tenemos un desempleo juvenil alto que no acude a sectores que utilizan intensivamente mano de obra", remarcó Fernández Alén.

Otro estudio realizado también por la CNC con más de 1.100 encuestas a jóvenes refleja que estos últimos tienen reticencias para acceder al sector de la construcción por las condiciones del trabajo, muchas veces a la intemperie. Además de percibir un siniestralidad "importante", muchos "lo ven como un sector para extranjeros", añadió Fernández Alén.

Sin embargo, pese a la visión negativa que tienen desde fuera, "una vez que la población accede al sector de la construcción, no se va". En este sentido, destacó que gozan de un sueldo un 30% por encima del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y con unas condiciones del convenio colectivo "especialmente positivas".

En este contexto, la patronal pide mejorar la formación de todos estos trabajadores para lograr un sector más competitivo y sostenible. De hecho, CNC supedita el cumplimiento del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a la mejora de aquellos oficios que permitan la capacitación de estos empleados en áreas como la digitalización o la transición ecológica, para las que la construcción resultará estratégica y que pueden contribuir a aumentar el atractivo del sector para jóvenes y mujeres.

Por eso, la patronal reclama al Ejecutivo la puesta en marcha de un Plan de Choque para combatir el paro juvenil e incorporar a 700.000 nuevos profesionales en los próximos años a través de la Fundación Laboral de la Construcción (FLC). Se trata de una entidad tripartita gestionada por CNC, CCOO y UGT que forma cada año a 80.000 alumnos en el más de medio centenar de centros distribuidos por toda España pero tiene potencial para incrementar esa cifra hasta los 200.000.