La economía española se enfrenta a un final de año que por una vez no se espera turbulento ni lleno de incertidumbre. Después de varios años de revisiones constantes de las previsiones macroeconómicas por parte de las instituciones que las emiten, y de que estas advirtieran una y otra vez de los "riesgos" sobre los que se sostenían, pareciera el mundo ha entrado en una etapa económicamente más estable. Al menos, hasta que se ha recrudecido el conflicto entre Gaza e Israel, demasiado reciente como para haber sido incluido en este estudio. En ese marco, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado sus pronósticos para España, manteniendo el crecimiento del PIB de este año en el 2,5% (misma cifra que pronosticó en su último informe, de julio) y rebajando el de 2024 hasta el 1,7% (tres décimas menos que entonces, hace tres meses).

Según el informe Perspectivas para la economía mundial, presentado este martes en Marrakesh (Marruecos), España ya no estará entre las economías que más crecerán este año, ni la que más de las grandes, sino que quedará en medio de la tabla de previsiones. Después de ser uno de los países que más retrocedió por la pandemia, y de que el INE constatase que recuperó el nivel de PIB previo al covid en 2022 (cuando creció un 5,8%), ahora parece una buena noticia que los economistas mantengan sus pronósticos para el país. No hace lo mismo con la mayoría de países: ha revisado a la baja sus perspectivas de crecimiento para Italia y Canadá (0,4 puntos en ambos casos) y Alemania y el conjunto de la eurozona (0,2) y al alza la de Japón (0,6 puntos) y Estados Unidos (0,3 puntos) y Francia (0,2) y Reino Unido (0,1 puntos).

Estas previsiones están en la línea con las del resto de organismos que emiten informes macro sobre España como el Banco de España, la OCDE y la Comisión Europea. Durante las últimas semanas, las tres instituciones han revisado sus cálculos, manteniendo o variando muy ligeramente el crecimiento de PIB que esperan para España pero todas situándolo entre el 2,3% y el 2,5%. Ya no es tiempo de grandes disparidades. Como las 182 páginas del informe no incluyen un capítulo específico sobre España, ni tampoco un apartado, no se revelan las razones que han llevado a que se revisen unas previsiones y sí otras, aunque el contexto internacional explica parte de las incógnitas.

Ralentización a nivel internacional

La organización financiera avisa de que la recuperación de la pandemia del Covid-19 y de la invasión rusa a Ucrania continúa siendo "lenta y desigual" a nivel mundial. La inflación se ha reducido considerablemente, sí; la economía ha mostrado una fuerte resiliencia y con la reapertura de los fronteras ha experimentado un fuerte rebote, pero aún está muy lejos del ritmo que mantenía antes de la pandemia. Por eso, se espera que la economía mundial se ralentice hasta el 3% este 2023, una décima menos de lo que el FMI esperaba en julio y tras crecer en 2022 un 3,5%. De cara a 2024, se ralentizará una décima más, hasta el 2,9%.

Las expectativas de inflación han aumentado y podrían contribuir a que las presiones de segunda ronda persistan, y que requieran más decisiones de tipos de interés"

fondo monetario internacional (FMI)

Son datos que están por debajo de la media de crecimiento entre 2000 y 2019, del 3,8%. Por su parte, espera que las economías avanzadas crezcan un 1,5% este año y un 1,4% en 2024. Las buenas noticias vienen del lado de los riesgos, aunque estos no se hayan disipado del todo. "La probabilidad de un aterrizaje forzoso ha retrocedido, pero el equilibrio de los riesgos y el crecimiento global continúa inclinado a la baja. La crisis del sector de la propiedad chino podría intensificarse, con efectos indirectos a nivel internacional, sobre todo para los exportadores de materias primas. En otros sitios, las expectativas de inflación han aumentado y podrían contribuir a que las presiones de segunda ronda persistan y que requieran más decisiones de tipos de interés de las que se esperaban. Y más shocks climáticos y geopolíticos podrían provocar más incrementos de precios de los alimentos y la energía", dice el informe.

Por otro lado, la organización insiste en la importancia de las subidas de tipos, dejando claro que los bancos centrales "necesitan recuperar la estabilidad de los precios" al mismo tiempo que utilizan las herramientas en su mano para "aliviar" el "posible estrés financiero" cuando sea necesario. Este tipo de decisiones de política monetaria, según el FMI, son "vitales".

La inflación se recrudecerá, pero menos que la media

El Fondo Monetario estima que la inflación española se reduzca de forma constante, del 8,7% de media registrado en 2022 al 3,5% que espera para 2023 y al 3,9% en 2024, previsiones que ha revisado a la baja con respecto al informe de abril (el último con pronósticos de inflación), donde hablaba de un IPC medio del 4,3 y un 3,2%, respectivamente. A nivel mundial, espera una inflación media del 6,9 y del 5,8% este año y el próximo, datos revisados al alza (una décima y seis, respectivamente). No se espera que la inflación recupere el objetivo hasta 2025 en la mayoría de los casos.

Así, si se cumplen las previsiones de IPC para España deberían ser un consuelo, puesto que será la inflación más baja de todas las economías avanzadas de la zona euro solo por detrás de Bélgica (2,5%) y Luxemburgo (3,2), con países alcanzando subidas de precios del 10,9%, como es el caso de Eslovaquia y de República Checa (esta, fuera de la eurozona); o del 10%, como Estonia. En cambio la inflación de España de 2024 se espera que sea la segunda más alta de todas las economías avanzadas de la eurozona, solo por detrás de la de Países Bajos. Ya el Banco de España avisó de que probablemente los precios aumenten más el próximo año que este, en parte por la retirada de las bajadas de impuestos que ahora hay vigentes, pero ahora también por el repunte de la energía.

Con respecto al empleo, el FMI prevé que la tasa de paro baje del 12,9% de 2022 al 11,8% este año, para continuar reduciéndose hasta el 11,3% en 2024. Aunque se cumpla esta previsión, España continuará teniendo la tasa de paro más alta de toda la UE. Ucrania es el único país recogido en el informe que contará con una tasa mayor, del 19,4% el próximo año. Se espera que Grecia registre tasas un punto por debajo de la de España este año y dos puntos inferior el próximo.