La falta de conductores de autobús mantiene en vilo al sector del transporte de viajeros por carretera. "Es un problema creciente porque no hay relevo generacional", alerta Rafael Barbadillo, presidente de la patronal Confebús. Según sus cálculos, España necesita incorporar alrededor de 1.100 conductores de autobús y autocar para hacer frente a una demanda creciente que se ha visto impulsada con la política de incentivos del Gobierno.

"El problema quedó tapado con la pandemia porque no había movilidad pero ahora vuelve a surgir", abunda Barbadillo. La edad media del conductor/a de autobús en España es de 51,3 años y solo un 11% de los conductores profesionales tiene menos de 40 años. Pero los más jóvenes tampoco lo tienen especialmente fácil para incorporarse al sector.

Se encuentran con una doble traba económica y burocrática. Obtener la licencia de conducción (clase D) y el certificado de aptitud profesional (CAP) cuesta entre 4.000 y 5.000 euros. Y aquellos que tienen 18 años se encuentran con restricciones sobre los vehículos que pueden usar y el tipo de servicios que pueden desempeñar. Algo que limita bastante su posibilidad de ser contratados por las empresas.

"Ahora con 18 años está muy limitado y eso hace que la gente se busque la vida en otro sector de la economía y, cuando tienen 21, es muy raro que pasen todo el proceso para ser conductor", opina Barbadillo.

En la situación actual de escasez de conductores hay compañías que optan por sufragar esa formación. Especialmente, como forma de traer conductores de fuera de la UE. Pero eso tampoco es especialmente sencillo a nivel burocrático. Por un lado, deben hacer el canje en España del carné de conducir y obtener el citado CAP, que solo se puede sacar en un país europeo y no en sus respectivas naciones de origen.

El Gobierno trabajaba en un borrador de convenio que espera ver la luz una vez se conforme un nuevo Ejecutivo para facilitar la incorporación de conductores extracomunitarios. La parálisis política lo mantiene guardado en un cajón.

Mientras tanto, desde la patronal trasladaron la problemática a la Comisión Europea, en una jornada de trabajo sobre los problemas para la prestación de los servicios de turismo en el mercado interior de la UE.

Salarios por encima del sector servicios

La patronal defiende que ese déficit de conductores no se debe a una falta de incentivo económico. "Los niveles salariales están por encima del sector servicios", defiende Barbadillo. Asimismo, cree que el sector del transporte de viajeros por carretera ofrece "bastante estabilidad en el empleo". "Muchas personas se jubilan en la misma empresa a la que entraron", enfatiza.

Los salarios varían en función del convenio provincial al que esté adscrito el conductor y el tamaño de la empresa para la que trabaje. Según el Observatorio Social que elabora el Ministerio de Transportes, se mueve entre los 29.977 euros de Vizcaya y los 13.779 euros de Huelva. Existen diversos pluses que complementan el salario base.

Para Barbadillo existen otros factores que pueden desincentivar el acceso a la profesión, debido al cambio de hábitos de la sociedad que se ha agudizado con la pandemia. Por ejemplo, que "es un servicio público en el que se trabaja fines de semana y festivos" y en el que "no es posible el teletrabajo". De hecho, sus datos reflejan que la edad de obtención de nuevos permisos se sitúa por encima de los 39 años. Un 18% de esos nuevos permisos corresponden a mujeres.

El problema de escasez de conductores se concentra en las principales zonas turísticas de España como las islas Baleares, Cataluña, Málaga y todo el arco mediterráneo. "Ahí el problema se agudiza porque hay más demanda de movilidad", explica. Entre 2008 y 2009 se emitieron 27.461 permisos de clase D en nuestro país. Desde 2013 hasta 2019, la media fue de unos 8.000 al año.

105.000 puestos sin cubrir en la UE

La problemática no azota solo a España sino al conjunto de la Unión Europea. Un informe de la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU) asegura que la escasez de conductores de autobús y autocar en Europa se ha visto incrementada en un 54% en el último año. En total habría 105.000 puestos de trabajo sin cubrir, lo que representa el 10% del total de conductores profesionales.

Dicho estudio recoge que más del 82% de las empresas de transporte de viajeros por carretera en Europa sufren dificultades graves, o muy graves, para cubrir puestos de conductor. Y el 75% de los operadores no pueden ampliar su negocio para satisfacer la demanda. "Sin medidas para atraer y retener a los conductores, Europa podría tener más de 275.000 puestos vacantes para conductores de autobuses y autocares de aquí a 2028", asegura el informe.

El texto cita casos en Austria e Italia de líneas que se han visto interrumpidas ya por la falta de profesionales. Actualmente, remata el estudio, sólo el 5% de los conductores de autobuses y autocares de la UE son nacionales de terceros países.