Grifols ha remitido este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que procederá a reducir a dos el número de medidas empleadas para reflejar el Ebitda en sus comunicaciones de resultados y aumenta la deuda neta en 2023 a 10.527 millones de euros.

Según ha comunicado la compañía catalana de hemoderivados al supervisor, la principal diferencia en este apartado financiero en 2023 se debe a la inclusión en el Ebitda de los ajustes por gastos extraordinarios, inusuales o no recurrentes; los ajustes por ahorros de costes y mejoras operativas de los próximos 12 meses; así como al la exclusión de los arrendamientos financieros-leasing (alquileres de los centros de donación de plasma) como parte de la deuda de acuerdo al acuerdo de crédito ('credit agreement).

De cara al futuro, Grifols ha remarcado que a partir de ahora procederá a reducir a dos el número de medidas empleadas para reflejar el Ebitda: el Ebitda consolidado según pérdidas y ganancias y el Ebitda consolidado ajustado.

En este sentido, la compañía ha aclarado que reportará los mencionados parámetros financieros de manera consolidada, no diferenciando la inclusión o no de las cifras correspondientes a Biotest.

Asimismo, dichas dos medidas serán usadas como medidas de rendimiento de la compañía y cumplirán la función de proporcionar una mejor comparabilidad de la evolución y rentabilidad de Grifols a lo largo del tiempo, así como en relación con otras empresas.