España fue el cuarto país de la OCDE en el que más aumentó la carga fiscal sobre los salarios en 2023, debido en gran medida a la aplicación de la reforma de las pensiones que ha supuesto un incremento de las cotizaciones, en particular de las patronales. En su informe anual sobre la llamada cuña fiscal sobre los salarios publicado este jueves, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) explica que esa carga subió de media 0,13 puntos porcentuales entre sus miembros, hasta el 34,8%, para un soltero sin hijos que cobra un sueldo medio.

En España la subida fue de 0,62 puntos porcentuales y la cuña fiscal (que incluye las cotizaciones patronales y sociales, así como el impuesto sobre la renta) fue la decimocuarta más elevada de los 38 miembros de la organización, con un 40,2%.

Las únicas subidas más fuertes fueron las de Australia (2,14 puntos, al 29,2%), Luxemburgo (1,39 puntos, al 41,3%) y Nueva Zelanda (0,92 puntos, al 21,1%). En el caso de Luxemburgo eso se debió a la eliminación de una exención fiscal, que mecánicamente provocó un aumento de los impuestos, unido a un fuerte incremento de los salarios (7,1%), netamente superior a la inflación (3,1%) que elevó el tipo impositivo.

Las cotizaciones patronales, casi la mitad del aumento

Si se observa la composición del ascenso de la cuña fiscal en España, casi la mitad (0,30 puntos porcentuales) vino por el de las cotizaciones patronales, en relación directa con la reforma de las pensiones, y más en concreto por la aplicación del llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional.

Sólo en Australia se produjo un alza mayor en términos relativos de las cotizaciones de las empresas (0,62 puntos). Pero aún con esa subida, el peso de las cotizaciones patronales a la Seguridad Social en Australia siguió siendo uno de los más bajos, del 5,7% del salario bruto, frente al 13,4 % de media en la OCDE.

Por el contrario, en España ese incremento hizo que las cotizaciones patronales representaran un 23,3% del salario, el cuarto porcentaje más alto, por detrás de Francia (26,6%), República Checa (25,3%), Estonia (25,3%) y Suecia (23,9%). Las cotizaciones salariales (las que paga el empleado) en España subieron un 0,06%, también por el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, y se quedaron en el 4,9%, por debajo del 8,1% de media en la OCDE.

El impuesto sobre la renta también subió su carga en 0,27 puntos porcentuales hasta el 12 % del salario, ahí de nuevo por debajo de la media del 13,3 % en el conjunto de los países miembros.

Uno de los autores del informe explicó a EFE que el aumento de la carga del impuesto sobre la renta fue un fenómeno bastante generalizado entre los países de la OCDE en 2023 que deriva del aumento de los sueldos en términos absolutos porque, en ausencia de cambios en las reglas fiscales, hay un efecto mecánico de subida del tipo impositivo. El experto precisó que en el caso de España, ese efecto del impuesto sobre la renta se vio en parte compensado por la reducción de algunas tasas locales.

La cuña fiscal es muy variable dentro de la OCDE, con máximos que en 2023 volvieron a estar en Bélgica (52,7 % del salario, con una caída de 0,24 puntos), Alemania (47,9 %, -0,49), Austria (47,2 %, +0,29), Francia (46,8 %, -0,17os) e Italia (45,1 %, -0,05 puntos).

Carga fiscal muy baja en Latinoamérica

En el extremo bajo están tres de los cuatro países latinoamericanos de la organización, entre ellos México que el pasado año fue el país de la OCDE en el que más cayó la carga fiscal, 0,98 puntos porcentuales al 20%, debido a un fuerte descenso del peso del impuesto sobre la renta. Cerraban la lista Chile, con un 7,1%, por un aumento de 0,15 puntos porcentuales y Colombia con un 0%.

Entre las diferentes categorías que establece la OCDE, la única para la que la cuña fiscal disminuyó en el conjunto el pasado año fue la de un padre o madre de una familia monoparental con una remuneración equivalente al 67% de la media del país. En ese caso, la reducción fue de 0,31 puntos porcentuales y la carga fiscal representó un 16,5% del sueldo.

El salario medio progresó en 37 de los países de la OCDE, pero si se descuenta el impacto de la inflación, en términos reales y antes de impuesto mejoró en 18 de los 38. En España, los salarios antes de impuestos ganaron un 1,5% de poder adquisitivo.

Colombia fue la excepción, ya que la remuneración se quedó estancada en términos absolutos, lo que teniendo en cuenta la inflación hubo una pérdida en términos reales del 10,5%, la más fuerte de todas.