La Comisión Europea ha impuesto una multa de 337,4 millones de euros a Mondelez, fabricante de marcas como Milka, Oreo o Toblerone, por considerar que obstaculizó el comercio transfronterizo de productos y que abusó de su posición dominante. Bruselas considera que la multinacional con sede en Estados Unidos ha violado las normas comunitarias de competencia.

La investigación de la Comisión concluye que la compañía limitó los territorios en los que se podían revender sus productos a través de distribuidores a través de acuerdos comerciales entre los años 2012 y 2019. "Un acuerdo también incluía una disposición que ordenaba al cliente de Mondelez aplicar precios más altos para las exportaciones en comparación con las ventas nacionales", explica la institución en un comunicado.

Además, entre los años 2015 y 2019, la multinacional habría abusado de su posición dominante, explica la Comisión, entre los años 2015 y 2019. Mondelez se habría negado a suministrar a un distribuidor para impedir que se vendieran algunos de sus productos en "Austria, Bélgica, Bulgaria y Rumanía, donde los precios eran más altos".

La misma práctica se produjo en Países Bajos, para evitar la exportación de tabletas de chocolate a Bélgica, donde los precios también eran mayores, por lo que el distribuidor podía obtener un mayor margen de beneficio.

La Comisión considera que Mondelez "dividió artificialmente el mercado interior" y que el objetivo de la compañía era evitar el comercio transfronterizo porque "conduciría a descensos de precios en los países con precios más altos". "Estas prácticas ilegales permitieron a Mondelez seguir cobrando más por sus propios productos, en detrimento final de los consumidores de la UE", añade el comunicado.

Para imponer la cuantía de la multa, la Comisión ha tenido en cuenta el tiempo durante el cual se infringieron las normas, así como la colaboración que ha tenido por parte de Mondelez. Por ello, la sanción se ha reducido en un 15%, explica la institución.