Ryanair espera incrementar un 16% el tráfico de pasajeros en España durante la temporada de verano. La aerolínea irlandesa de bajo coste calcula que podrá mover 42 millones de viajeros entre el 1 de abril y el 30 de septiembre de este año. La fortaleza de la demanda se mantiene pese al incremento del 21% registrado a nivel global en sus tarifas medias a lo largo del último ejercicio fiscal.

"Hemos tenido un muy buen año y ahora tenemos unas reservas muy fuertes para la temporada de julio y agosto", explica Elena Cabrera, country manager de Ryanair para España y Portugal. Para el conjunto del año fiscal, la previsión es alcanzar los 59 millones de pasajeros en nuestro país. De cara a los próximos meses, Irlanda y Reino Unido son los mercados de origen con mayor potencia hacia España, especialmente a destinos como Canarias, Palma de Mallorca, Málaga o Alicante.

En cuanto a los destinos que a los que más viajan los clientes españoles de Ryanair está Italia. "Es un mercado que está funcionando muy bien; tanto Roma como Milán, Bérgamo o Verona", detalla Cabrera. También notan una fuerte demanda hacia Malta.

Cabrera señala que en este momento "los precios están muy estables". "No parece que vayan a subir, se van a mantener, por lo que es un momento perfecto para comprar billetes", agrega. El propio consejero delegado de la empresa, Michael O'Leary, aseguró que las tarifas serían probablemente inferiores a la subida de entre un 5% y un 10% prevista en abril. Por ahora, la compañía asegura que no se están dando.

El pasado ejercicio, las tarifas se vieron sensiblemente incrementadas y se acercan al umbral de los 50 euros por billete (49,80 euros). Los datos se presentaron esta semana sobre el año fiscal que empieza el 1 de abril y termina el 31 de marzo, en la que la aerolínea también desveló un aumento del beneficio del 34%, hasta los 1.920 millones de euros.

El aumento del 15% en los ingresos por pasajero va acompañado de un incremento de los denominados ingresos adicionales, correspondientes a conceptos como, la venta de los aviones, el equipaje o la elección de asiento. "Se incrementa porque crece el factor de ocupación de los vuelos y porque tenemos más vuelos", razona Cabrera. La empresa mantiene una tasa de ocupación del 94% en sus vuelos.

"La gente no solo viaja como antes sino que lo hace más todavía", añade Cabrera respecto a la fortaleza que mantiene ahora mismo la demanda de viajeros. El tráfico aumentó a nivel global un 9%, llegando a los 184 millones de pasajeros, un 23% más que antes de la pandemia.

Y pese a los contratiempos con las entregas de los modelos Boeing encargados, la previsión pasa por llegar a los 197-198 millones de viajeros este año fiscal. En España, la afectación por los retrasos en las entregas de las aeronaves del fabricante norteamericano serán mínimas. "Lo que se ha hecho es que, en lugar de tocar rutas, se han ajustado frecuencias", concluye Cabrera.

Otro factor que no pierden de vista en la aerolínea irlandesa es las posibles huelgas de los controladores franceses, que obligaron recientemente a cancelar 300 vuelos a pesar de que finalmente no se celebró. "Hemos pedido siempre la protección del cielo europeo. Pedimos que afecte al vuelo en territorio francés, pero no a los sobrevuelos que pasan por su espacio aéreo", explica Cabrera.

España es uno de los destinos más expuestos a los paros de los controladores galos porque muchos de los aviones que vienen de toda Europa hacia nuestro país atraviesan ese territorio. En lo que va de año han estado 64 días de huelga y todo hace presagiar que el problema pueda extenderse a la temporada de verano.

En la compañía siguen pendientes de la fusión de Iberia y Air Europa. La Comisión Europea debe autorizar la operación de compra por parte de la primera, pero todavía se está analizando qué rutas de Air Europa deben ceder para no afectar a la competencia. Ryanair es una de las aerolíneas a las que el grupo IAG está dispuesta a ceder trayectos para conseguir el visto bueno de Bruselas. También están Avianca, Binter, Iberojet, Volotea y World to Fly.

"Nosotros estamos abiertos totalmente a esa propuesta de rutas; entendemos que habrá rutas con Madrid, Barcelona, Baleares o Canarias", explica Cabrera. Con el objetivo de los 59 millones de pasajeros para este año fiscal en mente, "estaríamos encantados de contar con esos nuevos slots (derechos de despegue y aterrizaje)", concluye.

El presidente de Iberia, Marco Sansavini, aseguró esta semana que el análisis de la fusión puede extenderse "a lo largo del verano o después" por parte del Ejecutivo comunitario, si se tienen en cuenta los parones que pueden retrasar el proceso para recabar información adicional sin consumir el tiempo reglamentado.