Casi un año se ha extendido el análisis sobre la oferta de compra del BBVA sobre el Sabadell. Pasadas las 19:30 horas de este miércoles hubo 'fumata blanca' en la Sala de Competencia del organismo que preside Cani Fernández. Por unanimidad y sin votos particulares, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprobó la OPA hostil lanzada por la entidad que preside Carlos Torres para hacerse con la entidad catalana.
El regulador considera que los compromisos que ha presentado BBVA "son adecuados, suficientes y proporcionados para solucionar los problemas que esta concentración supone para la competencia en los mercados afectados". Especialmente significativo es el paquete de compromisos relativo a las pymes, un negocio clave para el Sabadell.
La CNMC vio en una primera fase de análisis riesgos para la competencia y decidió extender su estudio a una segunda fase más profunda. El crédito a las pymes ha sido uno de los puntos que más se ha mirado con lupa por Competencia. La entidad vasca se compromete en este ámbito a seguir manteniendo una política comercial a nivel nacional de productos y precios; a no cerrar oficinas especializadas de empresas de Sabadell; y a no ofrecer un precio superior al medio nacional para el nuevo flujo de crédito destinado a pymes y autónomos.
En cuanto al mantenimiento de líneas de circulante y volumen de crédito a pymes, BBVA se compromete a mantener la financiación a corto plazo (plazo inferior a un año) que las pymes y los autónomos tengan contratadas con Sabadell. También se compromete a mantener el volumen de crédito a medio y largo plazo de los clientes pymes que a 30 de abril de 2025 reciban al menos el 85% de esta financiación de BBVA y/o Banco Sabadell.
Para las comunidades autónomas en las que la cuota de la entidad resultante supere el 30% con adición de más del 10% en el segmento de crédito a pymes (Cataluña e Islas Baleares), BBVA se compromete a mantener el volumen de crédito de los clientes pymes que a 30 de abril de 2025 tengan al menos un 50% de su financiación con BBVA y/o Banco Sabadell.
Antes de tomar su decisión, la CNMC ha hecho un test de mercado con 40 participantes, entre los que había otros bancos, patronales y asociaciones de consumidores. Sabadell, por su parte, se ha opuesto durante todo el proceso de análisis a la metodología utilizada. "No es adecuada para analizar la unión de negocios bancarios para pymes" y, "por tanto, no permite conocer las consecuencias que esta concentración tiene para esos clientes", señalaron la entidad catalana tras conocer el dictamen.
La entidad que preside Josep Oliu reclamaba medidas estructurales y no coyunturales, pues entiende que estas últimas no eliminan los riesgos para la competencia. Sin embargo, la CNMC se limitará a evaluar la eficacia de las medidas acordadas a los tres años y determinará si amplía su duración a dos años más.
Cierre de oficinas
La unión de ambos bancos daría lugar a un grupo con cerca de 2.700 oficinas en España. Son el doble de las que tiene el Sabadell y contaría con más de 7.000 cajeros automáticos, casi tres veces más de los que tiene la entidad catalana.
Entre sus compromisos, BBVA ha prometido no cerrar oficinas cuando no haya otra (de BBVA o Banco Sabadell) a menos de 300 metros de distancia. Tampoco las clausurará en aquellos códigos postales con un nivel de renta per cápita inferior a 10.000 euros (un total de 205), ni abandonará municipios en los que haya menos de tres competidores. Además, creará una cuenta para clientes vulnerables.
5.000 millones más de crédito
BBVA estima que la entidad resultante de una eventual fusión podría canalizar 5.000 millones de euros adicionales al año en crédito para la economía. Además, defiende que habrá sinergias por valor de 850 millones de euros que permitirán mejorar la eficiencia de ambos bancos. Ello se conseguiría al eliminar gastos en los que actualmente incurre cada una de las dos entidades por separado.
Según BBVA, se podrían ahorrar 450 millones anuales en costes de administración y tecnología, otros 300 millones en gastos de personal y 100 millones más en costes de financiación. Gracias a esas sinergias, abundan en BBVA, los accionistas podrán aumentar su beneficio por acción en comparación con la alternativa de seguir en solitario.
En La Vela defienden que la operación no es comparable con otras recientes del sector como la de Bankia y CaixaBank en 2021. Señalan que se centra en el crecimiento; que las dos compañías ya han realizado reestructuraciones importantes; y que la mayoría de sinergias son por el aspecto tecnológico.
Desde el banco vasco defienden que ganar tamaño tiene una relevancia cada vez mayor en el sector financiero, como forma de afrontar mejor los costes fijos asociados a las cada vez mayores inversiones que se requieren en digitalización, ciberseguridad, datos o inteligencia artificial. Con una mayor escala que la que tienen ambas por separado, "se pueden diluir estos costes entre una base de clientes más grande".
Prima negativa
Ambas entidades han cruzado públicamente sus argumentos para convencer a los accionistas del Sabadell de que deben aceptar o rechazar la oferta por la que recibirán 0,70 euros en efectivo más una acción del BBVA a cambio de 5,3456 del Sabadell.
El banco vasco ofrecía una prima del 30% y se ha volcado en vender las bondades de la operación para los accionistas. Desde Sabadell recuerdan que, "a fecha de hoy, la oferta de BBVA supone una prima negativa para los accionistas de Banco Sabadell de prácticamente el 7%".
Aprobación del Gobierno
El Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha mostrado reacio a la operación desde el principio. Su posición debería quedar recogida en el folleto que tendrá que aprobar la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) con carácter previo al periodo de aceptación. Para sacar adelante la fusión, la entidad que preside Torres necesita la aceptación de más de la mitad de los derechos de voto efectivos del Sabadell.
El consejero delegado del BBVA ha dejado la puerta abierta a una OPA sin fusión, pues defiende que la mayor parte de las sinergias se mantendrían. Algo que no comparte la entidad de Oliu. En todo caso, Genç también puso sobre la mesa esta misma semana la opción de una retirada. "Si se imponen condiciones que socaven la posibilidad de generar valor, tendremos que renunciar", sostuvo.
Según la Ley 15/2007 de Defensa de la Competencia, el ministro de Economía Carlos Cuerpo tendrá un plazo de 15 días para decidir si eleva o no al Consejo de Ministros la operación. Después, el Ejecutivo tiene un mes para confirmar la decisión de Competencia, aprobar la operación sin condiciones adicionales o imponer otras distintas para modular las establecidas por el regulador. Eso sí, debe atenerse a criterios distintos de la defensa de la competencia.
"Una vez recibamos el informe de la CNMC lo analizaremos con rigor y detalle, como ya hemos señalado. Hasta contar con toda la información y realizar ese análisis, máxima prudencia", se limitaron a señalar este miércoles fuentes del Ministerio de Economía.
Si finalmente se produce la fusión, la entidad resultante tendría más de 100 millones de clientes y un volumen de activos superior al billón de euros a nivel global. En España sería el segundo grupo bancario por cuota de mercado en préstamos, con activos por valor de 265.000 millones de euros.
Te puede interesar
Lo más visto
Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registrado