Este 2025 entró en vigor un cambio normativo que propicia la mejora de la gestión financiera de los autónomos. Efectivamente, con la aplicación ya del Real decreto 62/2018, los trabajadores autónomos pueden rescatar sus planes de pensiones antes de la llegada a la jubilación, ya que el propio texto normativo consiente promulgar este cambio para mejorar del flujo de liquidez y estabilidad económica de los mismos.

Este cambio normativo que había estado a la espera varias legislaturas, supone un aliciente para gente que ya lleva tiempo lidiando con la incertidumbre financiera antes una difícil situación económica.

Cómo funciona el plan de pensiones para los autónomos

Antigüedad mínima: un requisito clave

Desde este año, los autónomos que empezaron a contribuir en su plan de pensiones desde 2015 o anterior ya pueden rescatarlo, siempre que se haya alcanzado su antigüedad de mínimo diez años. Este mínimo garantiza que los planes continúen siendo de ahorro a largo plazo, proporcionando, a la vez, más flexibilidad para las necesidades de cuanto a liquidez inmediata.

De igual forma, este cambio también va a suponer una mejora para todos aquellos mutualistas y asegurados que hubiesen realizado aportaciones antes de 2016, lo que amplía notablemente el ámbito de aplicación de la norma, de tal forma que un mayor número de profesionales autónomos puedan llegar a acceder a los ahorros que tuvieran acumulados.

Flexibilidad para afrontar imprevistos

Históricamente los planes de pensiones eran un producto que únicamente servía para la jubilación: el rescate solo estaba permitido en el caso de una enfermedad grave o el cese de actividad. Con esta normativa los autónomos pueden rescatar sus ahorros para satisfacer necesidades urgentes que pueden ir desde una inversión en su actividad hasta problemas financieros por causas familiares, lo que contribuye a convertir al plan de pensiones en un producto mucho más versátil.

Modalidades de rescate del plan de pensiones

Rescate en forma de capital

Esta forma permite retirar el total constituido en un único pago. Se trata de la opción que resulta más adecuada para personas que necesiten una elevada suma de dinero. No obstante, esta modalidad también tiene una elevada carga fiscal, dado que el capital total se acumula en la casilla de las rentas del trabajo, haciendo que crezca así la base de cotización del IRPF. Existe una reducción del 40% al respecto de las aportaciones realizadas antes del año 2007, si bien esto sólo se aplicará siempre que dicha modalidad de rescate se lleve a cabo a partir de los dos años siguientes a la jubilación o contingencia.

Rescate en forma de renta

En este supuesto, el dinero es recibido de una manera periódica, y ello permite poder repartir la carga tributaria a través del tiempo. Esta es una opción acertada para aquellas personas que desean reducir el impacto del impuesto en un solo ejercicio, aunque ello puede ocasionar un mayor acumulado a largo plazo en la liquidación de la renta.

Beneficios fiscales y requisitos adicionales

Deducciones por aportaciones

Los trabajadores autónomos gozarán de deducciones fiscales por las aportaciones realizadas a sus planes de pensiones, si bien limitadas anualmente a un máximo de 1.500 euros. Dicho incentivo se mantiene vigente y es precisamente una de las causas principales que llevan a muchos de ellos a optar por estos instrumentos de ahorro.

Evaluación fiscal antes del rescate

Los autónomos deben conocer las consecuencias fiscales según el tipo de rescate elegido, ya que puede conllevar una fuerte subida de la carga tributaria, especialmente si se ha optado por el rescate mediante capital.

Impacto económico para los autónomos

Mayor liquidez para el colectivo

El anticipado acceso a los planes de pensiones representa un alivio financiero inmediato para muchos trabajadores por cuenta propia que enfrentan dificultades económicas, ya sea por tener que realizar una inversión importante en su negocio o porque tienen que hacer frente a gastos imprevistos.

Impulso a la contratación de planes de pensiones

Al aportar más flexibilidad y aprovechar, esta modificación podría animar a un número más alto de trabajadores autónomos a realizar las aportaciones a los planes de pensiones, no solamente como una seguridad en la jubilación, sino, también, como una asignación para gestionar mejor la liquidez a corto o medio plazo.