La Comisión de Transportes y Turismo del Parlamento Europeo ha aprobado este martes un informe que insiste en el derecho de los pasajeros aéreos a embarcar con una maleta de mano sin coste adicional, incluso más allá del "artículo personal" ya consensuado por el Consejo de la UE. La propuesta, que ha contado con 38 votos a favor, 2 en contra y 2 abstenciones, no constituye aún la posición definitiva de la Eurocámara, pero marca el tono de cara a la negociación final con los gobiernos europeos, prevista para después del verano.

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La iniciativa ha sido celebrada por varios grupos políticos y por el Gobierno español. El ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, ha valorado la votación como una "buenísima noticia" y ha acusado al Consejo de la UE de "plegarse a los intereses" de las grandes aerolíneas. También el Partido Popular ha aplaudido la adopción del informe, señalando que defiende "el derecho de los viajeros a embarcar con un bolso y equipaje de mano sin coste adicional, siempre que cumpla con los requisitos de seguridad aplicables". Para la eurodiputada Dolors Montserrat, la industria "debe colaborar en la armonización de estas medidas".

El lobby aéreo reacciona: "Quieren limitar la libertad"

Las aerolíneas, por su parte, han reaccionado con dureza. La Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que agrupa a compañías como Ryanair, easyJet o Vueling, ha lamentado que el Parlamento Europeo "quiera limitar la libertad" de los pasajeros para elegir los servicios que desean y ha advertido que el dictamen "confunde a los consumidores" justo cuando el Consejo de la UE había fijado criterios claros sobre el equipaje gratuito.

El acuerdo del Consejo, alcanzado a principios de junio, delimita el bulto de mano sin coste a un "artículo personal" de hasta 40 por 30 por 15 centímetros –como una mochila o un bolso– y avala el cobro adicional por maletas de mayores dimensiones. Esta postura coincide con las pretensiones del sector, que ve en los cargos por equipaje una parte esencial de su modelo de negocio. La reforma, sin embargo, todavía debe superar varias fases antes de ser definitiva.

Nuevas exigencias del Parlamento Europeo

Los eurodiputados han ido más allá, y reivindican el derecho a subir a bordo con una maleta de hasta 100 centímetros (sumando largo, ancho y alto) y un peso máximo de 7 kilos, en línea con la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE, que en varias sentencias ha considerado este cobro como contrario al derecho comunitario si no afecta a la seguridad o a la sostenibilidad económica del vuelo.

El informe también plantea otras medidas para reforzar los derechos del pasajero: garantizar que los menores de 12 años puedan sentarse junto a su acompañante sin pagar suplementos, asegurar el derecho de personas con movilidad o visión reducida a viajar con acompañante sin coste, y mejorar los procedimientos de reembolso ante incidencias. En este sentido, se propone la implantación de un formulario único para reclamaciones, así como la obligación de las aerolíneas de enviar este formulario al pasajero en un plazo máximo de 48 horas tras una cancelación, retraso o denegación de embarque.

En cuanto a los intermediarios, como agencias o plataformas de venta online, el texto aprobado les exige transparencia en los costes finales del billete y los hace responsables de los reembolsos si actúan como canal de venta, con plazos claros: 14 días para ellos, siete si se encarga la aerolínea en su lugar.

Una reforma bloqueda durante más de una década

La reforma del Reglamento europeo 261 sobre derechos de los pasajeros, impulsada por la Comisión Europea desde 2013, ha estado bloqueada durante más de una década. El nuevo impulso dado por el Parlamento busca reequilibrar una relación que muchos consideran descompensada entre consumidores y aerolíneas. "Dignificamos el Parlamento demostrando que no estamos aquí para plegarnos ante Ryanair, sino para garantizar más justicia, más transparencia y más protección para la ciudadanía", ha afirmado el eurodiputado de Compromís Vicent Marzà.

La Asociación de Líneas Aéreas recuerda, sin embargo, que el proceso legislativo sigue abierto y que, por el momento, la política actual de equipaje no ha cambiado. Reclaman que se preserve "la capacidad de elección" del consumidor y advierten contra una armonización que pueda restringir los modelos de negocio vigentes.

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