Las pequeñas y medianas empresas españolas ocupan el undécimo puesto en inmersión digital, en comparación con el resto de los estados miembros de la Unión Europea. Está por encima de la media continental, según el Dossier de Indicadores del Índice de Economía y Sociedad Digital, editado y publicado por el Observatorio nacional de las telecomunicaciones y de la SI y red.es, dependientes del Ministerio de Economía y Empresa. Sin embargo, tiene un problema: este mismo Informe describe una presencia online de la pyme por encima de la media, pero una eficiencia de esa presencia por debajo de esa misma media. En otras palabras: estamos presentes, pero sin sacarle el rendimiento que deberíamos.

Datos globales del informe

En el informe se combinan los resultados de hasta 44 indicadores diferentes que tienen que ver con la economía y la sociedad digital: el uso de servicios de internet, la integración de la tecnología digital, capital humano, conectividad, y servicios públicos digitales.

Durante este 2019 (los datos se publicaron el pasado 11 de junio), España consiguió subir tres puntos respecto a 2018, pasando de 53,2 a 56,1 y superando aún más la media europea, que se sitúa en 52,5. La evolución del país es positiva, ya que desde 2017 ha conseguido subir un total de 7 puntos y mejorar dos posiciones.

Indicadores de presencia online de la pyme española

Los indicadores más favorables para las pymes españolas son los referentes al intercambio electrónico de datos (llegando a la cuarta posición), el uso de redes sociales (siendo séptimos) o el referente al comercio electrónico (llegando al 18% de pymes y superando al 17% de la media).

El problema aparece en los indicadores que demuestran si esa presencia es efectiva o no, y en el caso de nuestro país parece no serlo, cayendo hasta el 20º puesto. Por ejemplo, la media europea supera en medio punto a las pymes españolas (10,1 frente a 9,6) en el indicador de ventas online y en dos puntos (9 frente a 7) en las ventas online a otros países.

El esfuerzo que deben hacer ahora las empresas españolas pasa, por tanto, por buscar la eficiencia de esa presencia en la red para que se pueda traducir en ventas. Así, podrán continuar la línea favorable de estos últimos años y situarse cada vez en mejores posiciones respecto al resto de Estados miembros.