Es un problema que no cesa. Cada día aparecen nuevos casos de violencia contra las mujeres copando los medios de comunicación. Una realidad preocupante que, al menos, camina de forma paralela a la cada vez mayor sensibilización social de rechazo y denuncia de la violencia machista. Una actitud que se traduce en un incremento de las denuncias y en consecuencia, de la condena de los agresores. Actualmente en las cárceles españolas cerca de 6.700 hombre cumplen condena por la comisión de algún delito de carácter machista. Una cifra a la que hay que sumar los cerca de 700 reclusos más que están encarcelados de modo provisional a la espera de una posible condena.

Sólo el año pasado se presentaron en España cerca de 167.000 por violencia machista, una cifra que representa un ligero incremento respecto a 2017. De igual manera, también los procesos que terminaron en juicio y de entre ellos en condena, aumentó. Siete de cada diez sentencias fueron condenatorias. Junto a ello, también creció el número órdenes de alejamiento dictadas, con algo más de 31.500.

Sin embargo, uno de los datos más preocupantes es que cuando abandonen la prisión en muchos casos la actitud hacia las mujeres es probable que no haya cambiado y que el riesgo de reincidencia permanezca. Según datos facilitados por el Gobierno, actualmente en las prisiones españolas sólo uno de cada cuatro presos condenados por algún delito machista realiza algún tipo de programa específico de sensibilización, rehabilitación o terapia para reconducir su actitud machista.

En las cárceles españolas el programa de tratamiento para la erradicación de la violencia de género es de carácter terapéutico y se imparte de modo grupal con sesiones semanales. Corre a cargo de psicólogos y se prolonga por periodos de un año. También se plantean programas de duración más breve para los condenados que cumplan penas por periodos reducidos. El programa, elaborado por expertos universitarios y profesionales penitenciarios, ha sido revisado hasta en dos ocasiones por las instituciones carcelarias.

Rehabilitación

Actualmente está extendido en 80 centros carcelarios, una cifra muy superior a la media de los últimos cinco años en los que los planes de rehabilitación se han venido impartiendo sólo en medio centenar de cárceles.

Los condenados por delitos de carácter sexual contra las mujeres en prisión son hoy cerca de 3.300, el doble que en 1998

Las prisiones con más presos participando en ellos son las de El Dueso, en Cantabria, con 61 reclusos, la mitad de los que cumplen condena por este tipo de delitos, y la prisión de Asturias, con 67, sólo un tercio de todos los que cumplen condena en esta cárcel por este tipo de delitos.

Otro de los datos significativos es el importante incremento que se ha detectado en los delitos de carácter sexual. La evolución en las dos últimas décadas ha sido incesante año tras año, con un incremento de entorno al 10% cada año. Si en 1998 en las cárceles cumplían condena 1.570 presos por haber cometido algún delito contra la libertad sexual -según el código Penal de 1995, entonces en vigor-, bien por agresiones, abusos o acoso de carácter sexual, en la actualidad los condenados por delitos contra la libertad sexual y la indemnidad sexual se han duplicado hasta rozar los 3.300.

Valencia y Castellón

En Valencia cumple condena el mayor número de agresores machistas. Su cárcel alberga a 276 hombres sentenciados por algún delito por violencia de género, a los que se suman otros 52 reclusos que lo hacen de modo provisional. De entre los primeros, los que tienen condena en firme, es muy reducido el número de presos que realiza algún tipo de programa de rehabilitación, el 9%. Se trata del porcentaje más bajo de todas las prisiones, tras el 6,8% de Soto de Real, en Madrid.  

Tras Valencia figura la prisión Castellón 2, con 226 presos con condena firme y 4 más en régimen provisional. En este caso, la participación en programas de rehabilitación es algo mayor, con un 15% del total, aunque lejos de la media. En Cádiz, en la prisión Puerto III, el número de presos es el mismo, 230 -227 con condena firma y 3 en régimen provisional- pero con un porcentaje de rehabilitación más reducido, un 13%.