El Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se prevé intenso este miércoles. Sobre la mesa, sus miembros tienen en el orden del día el debate y votación de distintos nombramientos en la cúpula judicial, entre ellos la presidencia de tres Salas del Tribunal Supremo y tres vacantes de la Sala de lo Penal.

Tendrán que elegir a tres magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo -la encargada de investigar y juzgar a los aforados- vacantes desde finales de 2019 tras la jubilación de Luciano Varela, Francisco Monterde y Jorge Barreiro.

También tendrán que conseguir que salgan adelante -con los 13 votos exigidos, como mínimo- las presidencias de las Salas de lo Contencioso-Administrativo (Tercera) del Tribunal Supremo, vacante por la finalización este mes del mandato de Luis María Díez-Picazo; y de lo Social (Cuarta) y Militar (Quinta) del mismo tribunal cuyos titulares Jesús Gullón y Ángel Calderón, respectivamente, se jubilaron el pasado mes de junio.

Para la presidencia de la Sala Cuarta, habría amplio consenso para sacar adelante el nombramiento de la magistrada progresista María Luisa Segoviano, según trasladan fuentes del órgano de Gobierno de los jueces a El Independiente, que lleva 14 años desempeñando su labor en dicha Sala y es respetada por la carrera judicial. Se convertiría así en la primera mujer en presidir una Sala del Tribunal Supremo. Habría posibilidad de que lo haga, además, con hasta 16 votos a favor del Pleno. La magistrada María
Lourdes Arastey Sahún también es aspirante al puesto.

Los candidatos a la presidencia de la Sala Tercera son los magistrados de esa misma Sala, Eduardo Calvo Rojas, María del Pilar Teso Gamella y César Tolosa Trimiño, mientras que a presidir la Sala Quinta han presentado sus candidaturas el magistrado de dicha Sala Jacobo Barja de Quiroga López y el de la Sala Segunda, Julián Sánchez Melgar.

La elección más difícil, en la Sala Segunda

Los últimos días, las conversaciones entre los vocales progresistas y conservadores del órgano de Gobierno de los jueces han sido intensas para llegar a puntos de encuentro. Primero, han tenido que superar el debate de si es o no momento de realizar nombramientos con un Poder Judicial en funciones desde finales de 2018 por la falta de acuerdo entre PSOE y PP, los dos principales partidos del Congreso de los Diputados, para renovar el CGPJ. Salvado ese escollo, pues según fuentes consultadas por este diario hay una mayoría de vocales a favor de sacar adelante los nombramientos, las últimas horas antes del Pleno serán tensas.

Así, el debate más intenso ha estado en la elección de los nombres de los magistrados de la Sala Segunda y la presidencia de la Sala Tercera.

Las fuentes consultadas trasladan que ya hay un magistrado que tiene más probabilidades que el resto para acceder a la Sala Segunda. Se trataría de Javier Hernández, de corte progresista y actualmente en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

La cuota conservadora habría tratado de conseguir la entrada en el Supremo de Ángel Hurtado, ahora en la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional o Concepción Espejel, presidenta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Sus nombres se supeditaron a la oposición del bloque progresista, decidiendo el bloque conservador hacer lo propio con la entrada del nombre de la magistrada Manuela Fernández Prado.

Respecto a la presidencia de la Sala Tercera, encargada de estudiar, por ejemplo, los indultos, el sector progresista intentaría el nombramiento de la magistrada Pilar Teso mientras que el conservador, el de César Tolosa, según trasladan las fuentes consutadas.

Además, el Pleno votará la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, que Antonio Doreste Armas lleva ejerciendo en funciones desde julio de 2019, cuando finalizó el mandato de cinco años para el que fue elegido; y las de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía con sede en Málaga, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias y la Audiencia Provincial de Ourense.