La ministra de Hacienda, María Jesús Montoro, ha anunciado la decisión del Gobierno de suspender la regla fiscal para el conjunto de las administraciones durante los años 2020 y 2021, de modo que éstas puedan afrontar las necesidades sanitarias, económicas y sociales derivadas de la pandemia del coronavirus. Montero ha hecho este anuncio en una rueda de prensa que no estaba prevista y, que, de hecho ha tenido lugar en el Congreso y no en el Ministerio. Eso se traduce en que los ayuntamientos podrán echar mano de sus remantes sin más límite que el temporal, por entender era una "sin razón que no pudieran usar sus ahorros".

Cede así la ministra a una petición de los ayuntamientos, reivindicación que llevó a la rebeldía a los alcaldes de las principales ciudades de España que, salvo los del PSOE, hicieron frente común ante la pretensión de Hacienda de que le cedieran los entes locales más de 14.000 millones de ahorros que no se podían tocar en aplicación de la Ley de Estabilidad aprobada en tiempos de Cristóbal Montoro.

La suspensión de la regla fiscal se tramitará al conjunto de las administraciones y en paralelo Hacienda está convocando a las Comunidades Autonómicas el lunes en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Montoro ha negado cambio de criterio

Montoro ha negado un cambio de criterio. Aduce que ha sido Europa la que "ha instado a los países miembros respecto de la vigencia de cláusula de salvaguarda para el 2021, en que podemos usar la suspensión de la reglas fiscales". Eso es lo que "nos ha permitido activar la suspensión de las reglas. Contribuye a solucionar el problema de los ayuntamientos, pero el alcance es más amplio".

También se plasmará en los próximos días en el Consejo de Ministros cuando se apruebe el techo de gasto. Ha insistido en su compromiso con la estabilidad financiera, "pero nos adaptamos a la situación provocada por la pandemia y que no suponga una dificultad para la recuperación económica". Supone la no aplicación de la ley de Estabilidad "en caso de que alguna administración se aleje de la senda de déficit". Se trata de darles capacidad de gasto a las administraciones "para que lo pongan donde lo necesitan".

El Gobierno "no renuncia al principio de estabilidad presupuestaria. No se suspende la responsabilidad fiscal y es un criterio compartido por todas las administraciones, de modo que las generaciones futuras tengan que pagar las consecuencias de la relajación de las reglas fiscales" y "obligará a hacer un presupuestos razonable", ha afirmado.

Sobre los Presupuestos, ha insistido en que está prácticamente ultimado el anteproyecto. "Quedan algunos elementos menores" que no ha querido adelantar. si hace una semana estaba elaborado el 80 por ciento del anteproyecto, ahora es el 90, pero no ha querido ir más allá. En todo caso, ha querido desvincular la suspensión de las reglas fiscales de la negociación presupuestaria, después de enorme varapalo que recibieron cuando el decreto pactado con la FEMP sobre los remanentes municipales, fue derrotado en el Congreso por una amplísima mayoría que incluyó a casi la totalidad de los partidos de la Cámara.