"Si hablan como Vox, piensan como Vox, se explican como Vox y tiene su mismo estilo, son Vox", le ha espetado el titular de Sanidad, Salvador Illa, a la portavoz del PP, Cuca Gamarra, en el debate sobre el decreto del estado de alarma en Madrid. Un debate que había transcurrido al principio, no sin palabras duras, pero con mucha menos crispación que el miércoles, hasta que vinieron las referencias guerracivilistas. Fue cuando Illa, en su réplica y dirigiéndose a los escaños populares, ha afirmado que "no ganarán, ni convencerán, esta vez no", parafraseando el discurso de Miguel de Unamuno en alusión al golpe de estado del 36 y a los franquistas.

El ministro ha entrado en el cuerpo a cuerpo político para definir al PP de "telonero de la moción de Vox", además de ubicado "en la foto de Colón antisanitaria de los negacionistas" y todo ello, afirmando previamente que no iba a entrar en la estrategia de los populares, "de sus retahilas y ditirambos".

Por los populares ha intervenido su portavoz, Cuca Gamarra, que ha afeado a Sánchez no comparecer para explicar la aplicación de una medida de excepcionalidad, recordando que Illa no es la autoridad de este estado de alarma. Gamarra lo ha puesto como ejemplo de la degradación de las instituciones, de deriva autoritaria. "Hay que ver cuáles son sus prioridades", le ha espetado. En este sentido, ha anunciado que "el PP va a activar todos los resortes en España y en Europa para evitar" reformas como la de la elección de los magistrados del CGPJ.

Y ya centrándose en el motivo de la comparecencia ha recordado no sólo que es el ministro con el mayor porcentaje de fallecidos de Europa sino que, además, "tomó en Madrid una decisión arbitraria" no sometida a criterios técnicos, "discriminatorias" e "indiscriminadas". En definitiva, una medida basada en "datos falsos, en unos indicadores improvisados sólo con la intención de cerrar Madrid a cal y canto y para arruinar a miles de madrileños con las que buscaba socavar las competencias de Madrid".

Cree que el PP que el decreto del estado de alarma fue una reacción a la sentencia del TSJM

Tras insistir en que era una "decisión desleal", le ha emplazado a confinar Navarra "¿o es que es de mejor condición?". Madrid "no quiso ser coartada de su ineficacia" y recordado que la comunidad de Díaz Ayuso fue la primera en cerrar las escuelas o animar al uso de las mascarillas "mientras ustedes no hacían nada". Cree que el PP que el decreto del estado de alarma fue una reacción a la sentencia del TSJM que tiró abajo la orden ministerial, una "cortina de humo" para tapar sus errores, una estrategia de "escapistas". En definitiva, "ni forma, ni fondo", lo que debería obligar a asumir responsabilidades políticas a juicio del PP.

Ha vaticinado que Madrid llegará la próxima semana por debajo de 300 contagiados por cad 100.000 habitantes y muy cerca de la cifra, "que ustedes se han inventado" en cuanto al número de Ucis disponibles.

Illa ha acusado a Madrid de poner en riesgo no solo la salud y la vida de los madrileños sino del conjunto de los españoles, y ante esa situación, ha argüido "la obligación del gobierno es actuar. Ante esta situación, era importante que el nivel de contagio, alto, no se extendiera al resto de España". Esto es, proteger al máximo las regiones afectadas y evitar el riesgo de contagio así como rebajar las tasas de transmisión.

"La situación es preocupante, muy inestable y no podemos bajar la guardia", ha defendido Illa. Cree que los 23 días con medidas restrictivas en varias localidades de la Comunidad de Madrid "sea suficiente para doblegar la curva", dando a entender lo que adelantó El Independiente, esto es, que el Gobierno no tiene intención de prorrogar el actual estado de alarma

Illa no ha aclarado los pasos posteriores una vez decaiga el estado de alarma

Sin aclarar cuáles serán los pasos posteriores una vez decaiga el viernes 23 el confinamiento perimetral en Madrid, ha hecho un repaso por las decisiones que están tomando los países de nuestro entorno, con unos índices de incidencia, en muchos casos, muy por debajo de las cifras españolas.

Por ello, "el objetivo del Gobierno es salir del estado de emergencia, no sólo del estado de alarma". Los promedios de contagio oscilan entre loa 82 casos de Canarias a incidencias mucho más elevadas en Navarra, Melilla o Madrid y "en ningún caso podemos aceptar estas cifras que deberían ser la excepción y no la norma. La medida nacional cuadruplica el nivel marcado por el centro de pandemias europea", que son los que tiñen de color rojo el mapa de España. Por eso ha apostado por bajar de los 100 casos positivos por cada 100.000 habitantes y de no bajar la guardia además de "trabajar junto y con la mayor unidad posible".