La economía y las finanzas forman parte de nuestra rutina diaria. Conocer cuál es la mejor forma de administrar los recursos con los que contamos es un escudo de protección a la hora de tomar las decisiones más adecuadas. ¿Qué es el dinero? ¿Qué es una cuenta de ahorro? ¿Qué debo saber antes de firmar una hipoteca? ¿Cómo operar con mi entidad a través de dispositivos digitales? Y, ¿quién mejor que un banco para poner a tu disposición las nociones básicas de economía que permiten manejarte con seguridad y abordar algunas de las cuestiones básicas que afectan a la vida y al trabajo cotidiano?

Banco Santander está adaptando sus iniciativas de educación financiera para jóvenes y el público en general en su web corporativa (https://www.santander.com/es/stories/educacion-financiera#contenidos), con un amplio abanico de contenidos: formación en conceptos básicos, gestión de finanzas personales o banca digital; conocimientos de economía conductual y finanzas sostenibles; o explorar la amplia oferta de formación en las diferentes geografías en las que opera. En los últimos años, Santander también ha desarrollado, junto con UCEIF y Sanfi, el proyecto Finanzas para Mortales, clases presenciales de finanzas básicas para escolares y todo tipo de públicos, impartidas por voluntarios del banco. El Banco de España y la CNMV nombraron a Finanzas para Mortales Mejor iniciativa de educación financiera en 2018.

El objetivo de la entidad va más allá de hacer comprensible el complejo lenguaje del mundo de la economía u ofrecer recursos útiles para lograr un mejor manejo de las herramientas digitales. Para la entidad, la educación financiera es un motor de cambio social. “Es la llave para lograr una mejora de las condiciones de vida de las comunidades e impulsar el progreso personal y profesional de las personas. Mediante la enseñanza de estos conceptos, ayudamos a tomar mejores decisiones sobre cómo administrar los recursos contribuyendo así a la seguridad y protección de sus finanzas.”, señalan desde el banco.

Tanto es así, que la educación financiera está integrada en su agenda de Banca Responsable y, como parte de los retos que se ha marcado para contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se ha comprometido a empoderar financieramente a 10 millones de personas en todo el mundo en cinco años (el quinquenio 2019-2025).

Si tenemos en cuenta que hay alrededor de 1.700 millones de personas adultas en el mundo excluidas del sistema bancario, operaciones tan sencillas como consultar el saldo en la cuenta o realizar una transferencia a través de internet aún resultan inaccesibles para un amplio sector de la población mundial. Por eso, la estrategia de inclusión y empoderamiento financiero del grupo se basa en tres pilares: acceso, educación y financiación.

Aunque aún existen numerosos obstáculos, la irrupción de las nuevas tecnologías, y en concreto el aumento del uso de móviles e internet a nivel mundial, está facilitando el acceso a pequeñas zonas rurales hasta hace poco tiempo aisladas. Uno de los focos principales de Banco Santander está en Latinoamérica, donde cuenta con una importante presencia en los principales países: Brasil, México, Chile, Argentina y Uruguay. Sólo en esta región hay aún en torno a 300 millones de personas que no están plenamente bancarizadas. Plataformas como Superdigital, una manera de hacer banca sin banco, son una muestra de como superar barreras. Este servicio, que arrancó en Santander Brasil, está consiguiendo incorporar a cientos de miles de personas al sistema financiero y ya se ha exportado a México y Argentina. Se trata de una herramienta sencilla, segura y fácil de usar que se ha convertido para muchas personas en su principal canal de servicios bancarios: permite ingresar, sacar dinero o realizar pagos aunque no tengas una cuenta. Según los datos facilitados por el grupo, la plataforma tiene cerca de 500.000 usuarios activos y esperan llegar a los 5 millones en 2023.

Pero nada de esto es posible si no se promueve una banca responsable y se dota a los colectivos más vulnerables de los conocimientos financieros que permitan entender los diferentes servicios y productos. El banco invirtió más de 3 millones de euros en 2019 para formar a 580.000 personas a través de distintas inciativas, entre ellas Finanzas para Mortales (España), Sanodelucas (Chile) o Tuiio, Finanzas de tú a tú (México).

El tercer pilar en esta estrategia es la financiación, en especial con la concesión de microcréditos a emprendedores con rentas bajas, y la oferta de productos específicos para personas que se encuentran fuera del sistema bancario. “Estos servicios apoyan el desarrollo económico y social de diversas formas: ayudando a aumentar el potencial de generación de ingresos; contribuyendo a aumentar su capacidad de cubrir necesidades básicas, como la educación y la salud; y ayudando a las personas a ahorrar para la jubilación o los imprevistos en sus vidas”, aseguran en Banco Santander. Prospera, el programa líder de microcréditos desarrollado en Brasil, es una de las iniciativas estrella y, de hecho, ha sido incluido en la lista realizada por la revista Fortune 2019 Change The World , que recoge las empresas que más están cambiando el mundo.

Ana Botín, presidenta del gigante cántabro, ha dejado clara en más de una ocasión su hoja de ruta: “La responsabilidad es la base de la confianza. Podemos jugar un papel relevante para asegurar que el crecimiento es inclusivo y sostenible. Inclusivo combatiendo la exclusión financiera, ayudando a emprendedores a lanzar sus compañías y crear puestos de trabajo y, por supuesto, ayudando a las personas a acceder la educación. (…) Sostenible contribuyendo activamente a un sistema económico y social más balanceado e inclusivo (…) Y no hay duda de que la tecnología hace posible que los bancos cumplamos con esta misión de ser más responsables de forma que no era posible hace tan solo una década”.