España recibió en el año 2020 41.861 llegadas de inmigrantes irregulares por vía marítima y terrestre. El dato, hecho público este lunes por el ministerio del Interior, supone un incremento del 29% respecto a las 32.449 llegadas que se produjeron en 2019.

Pese a la pandemia mundial del coronavirus, las llegadas de irregulares a España han crecido gracias a la reactivación de la ruta canaria, por la que han entrado a nuestro país al menos 23.023 personas en patera. Un incremento brutal del 756,8% respecto a las 2.687 personas que llegaron al archipiélago por esta misma vía el año anterior.

Es el segundo año con mayor llegada de inmigrantes a las Islas Canarias desde que hay registros. Sólo le supera el año 2006, cuando la monumental crisis de los cayucos dejó en las costas canarias a 31.678 personas.

Respecto a la Península y Baleares, las llegadas en patera han descendido un 24% hasta quedar en 16.610 llegadas registradas. La ruta mediterránea se ha paralizado en buena medida en los últimos años tras un período de enorme actividad. Canarias ha emergido como la principal alternativa para las mafias que operan estas rutas.

Además, los saltos de la valla en Ceuta y Melilla y las llegadas a las dos ciudades autónomas por vía terrestre también se han desplomado. Tanto el control de las fronteras como los trabajos para remodelar los nuevos muros que protegen ambas localidades han contribuido al efecto. De las 6.346 personas que entraron así en España en 2019, el dato se ha reducido a sólo 1.755 en 2020, un 72,3% menos. De ellos, 1.415 entraron a España por Melilla y 340 lo hicieron por Ceuta.