En Vilamalla, un pueblo de Girona de apenas 1.161 habitantes, recordarán durante mucho tiempo las elecciones autonómicas de este 14 de febrero. Pese a que desde hace años la provincia es un feudo del independentismo, en este pequeño municipio Vox ha sido el partido más apoyado, acaparando el 22,5% de los votos.

Los comicios del 14-F dejan un Parlament de los más fragmentados de la historia. Una de las grandes sorpresas ha sido la irrupción de los de Santiago Abascal, que entraría con fuerza con más de una decena de escaños.

Pese a los buenos resultados, a lo largo y ancho del territorio catalán cuesta encontrar municipios donde Vox se haya alzado como primera fuerza política. Uno de ellos ha sido en Vilamalla, un pequeño pueblo del Alto Ampurdán de Gerona. Con un 43% de participación, la formación de Abascal se ha impuesto con el 22,5% de los votos, es decir, con 101 votos. Supera así a JxCat (19,2%), ERC (18,8%), el PSC (14,1%), Ciudadanos (8%), el PP (4,9%), la CUP (3,3%) y PDeCAT (2,2%).

No es la primera vez que Vilamalla lleva la contraria a sus municipios vecinos. En las elecciones del 21-D de 2017 fue Ciudadanos la que se alzó conquistando 291 votos en la localidad. Como en el resto de Cataluña, los naranjas también han sufrido este domingo un batacazo en el que consideraban un pequeño feudo: sólo 36 votos. El actual alcalde del municipio, Carlos Álvarez, está vinculado al PDeCAT.