El PP hace las maletas y abandona la histórica sede de Génova, 13, el edificio que ha presenciado las luces y sombras del partido durante los últimos 30 años. La noticia sorprendió a propios y ajenos: muy pocos en el partido sabían de la decisión que anunció Pablo Casado en su intervención durante el Comité Ejecutivo de este martes, que se dio cita para analizar la derrota sin paliativos del PP en las elecciones catalanas frente al auge de Vox.

Fuentes del PP consultadas por El Independiente evitan dar detalles sobre los interrogantes que ahora se abren en un proceso de importantes implicaciones para el futuro político del proyecto que hoy encabeza Pablo Casado. Tomada la decisión, ahora "se están valorando todas las opciones" sobre qué hacer con la mítica sede, y si es mejor opción buscar un comprador o alquilar el edificio. Si el partido optase por deshacerse definitivamente de su actual edificio, podría obtener unos 36 millones de euros según el precio del mercado, menos de lo que pagó por ella. Sin embargo, en el PP calculan que podrían obtener entre 40 y 50 millones de euros en caso de optar por esta opción.

La otra alternativa es la de alquilar los más de 10.000 metros cuadrados, distribuidos en nueve plantas de oficinas y cuatro de aparcamientos, y arrendar con ese capital el nuevo edificio de los populares. En este caso, según los cálculos de Idealista, el PP podría obtener una renta de entre 140.000 y 160.000 euros al mes.

Por el momento, el partido mantiene también el secretismo sobre la nueva ubicación de la sede nacional del Partido Popular, aunque prevé que el proceso se complete antes de verano. La intención que trasladó Casado es la de salir de Génova a la mayor brevedad posible ante la negativa de seguir en "una sede investigada en los tribunales". El nuevo edificio, trasladan fuentes del partido, se ubicará en la almendra central de Madrid, tendrá unas características al menos similares al inmueble actual y sobre todo, llevará una gran carga "simbólica". El objetivo es trasladar la imagen de que la nueva ubicación representa la "nueva etapa" y "los nuevos valores" que se abren ahora en el PP, basada, aseguran, en la "transparencia" y la "regeneración política".

Con esta decisión, la cúpula del PP intenta dar portazo para evitar que las "facturas del pasado" vuelva a desgastar la marca en futuros procesos electorales, como aseguran que ha sucedido en las autonómicas catalanas, que se celebraron con el escándalo de la 'caja B' del PP de nuevo activo por las nuevas declaraciones de Luis Bárcenas y la reanudación del caso en los tribunales. "No volveremos a dar explicaciones sobre el pasado", zanjaba Casado.