"La falta de apoyo institucional acabará provocando que los mossos se planten". Quien hace esta afirmación es Imma Vidues, portavoz del sindicato mayoritario de la policía autonómica, SAP-Fepol. Una advertencia que llega después de que tanto la CUP como Jxcat hayan cargado hoy contra la actuación policial durante los violentos disturbios en los que han derivado las protestas por la detención del rapero Pablo Hasél.

Las protestas y la actuación policial han entrado de lleno en la agenda de negociación para la formación del futuro gobierno catalán, que hoy ha llevado a reunirse a los dos partidos independentistas. Y Junts no ha dudado en alinearse con los antisistema en la crítica a los mossos, pese a ser los responsables de la Consejería de Interior, ahora en manos de Miquel Sàmper. Un departamento que el partido de Carles Puigdemont ha gestionado ininterrumpidamente desde 2010.

Así, en la primera reunión mantenida con JxCat para negociar la formación del futuro gobierno catalán la CUP ha exigido al partido de Laura Borràs "un giro de 180 grados en las políticas de seguridad para dar continuidad a las conversaciones sobre cualquier posible acuerdo".

Un guante que Junts ha recogido rápidamente. "Desde Junts valoramos críticamente las situaciones de violencia vivida y los errores cometidos por algunos agentes de la Brimo" afirman los de Puigdemont, tachando de "inaceptable la respuesta policial" dada a las protestas por la detención del rapero Pablo Hasél.

Herida por bala de foam

El caso de una joven herida por una bala de foam en los disturbios del martes, que ha perdido un ojo, han desatado las críticas contra la policía autonómica por su actuación durante los incidentes. El director general de los Mossos, Pere Ferrer, aseguraba este jueves que el cuerpo "lamenta profundamente las heridas que ha sufrido esta ciudadana" y ha anunciado la apertura de una investigación para aclarar los hechos.

El conseller Sàmper ha ido más allá: "Una manifestación en el siglo XXI no puede acabar con persona herida de gravedad. Hay que revisar de forma urgente el modelo de seguridad". Los Mossos afirman haber disparado unas 400 balas de foam estos dos días.

La portavoz de SAP se refiere a la polémica por el uso de las balas de foam y las lesiones provocadas, similares a las que en su día provocaron las pelotas de goma, ya prohibidas en Cataluña. "Incluso estando en debate su lesividad, la balas de foam no mantienen la distancia con la masa violenta".

Los agentes de orden público aseguran que "con las balas de foam los violentos siguen buscando el cuerpo a cuerpo, por tanto, no es una herramienta disuasoria".

Dispositivos mal planificados

Desde los sindicatos señalan, además, que los dispositivos del martes y miércoles eran insuficientes y estaban mal planificados. La Brimo -unidad antidisturbios de los Mossos- son seis grupos operativos de los que la noche del miércoles solo se activaron tres. "Segunda noche y se repiten los errores de planificación de la primera".

Durante dos noches seguidas, las cuatro capitales catalanas han ardido, además del asalto a la comisaría de Vic. Sólo el miércoles, en Cataluña se incendiaron 135 contenedores y 9 vehículos, hubo 33 detenidos y 14 personas atendidas por los servicios de emergencias, ocho de ellas agentes de policía.

Este jueves, la Brimo ha blindado la sede del Departamento de Interior, a cien metros escasos de la concentración de protesta convocada esta vez en la Plaza Tetuán de Barcelona.

"Además de trabajar por mantener la seguridad pública, protegemos las instituciones que dan sentido a los políticos" recuerdan desde Sicme, sindicato que agrupa a mandos de Mossos. Esos políticos, añaden que "después sólo nos insultan y menosprecian. Inaceptable. Quizá sí que toca un replanteamiento de todo".

Revisión del modelo

"Debería haber un grupo de técnicos que valoren las herramientas disponibles que tenemos" tanto los mossos como el resto de las policías que actúan en Cataluña argumenta Viudes en respuesta a Sàmper, JxCat y la CUP, que exigen cambiar de modelo policial. Mientras, advierte del desánimo que cunde en el cuerpo ante lo que interpretan como ataques directos de sus responsables.

Vidues avisa que este caldo de cultivo viene de "hace meses". "Sabemos que no tenemos derecho a la huelga, pero hay otras vías, al final lo que pasará es que los compañeros de orden público dejarán de coger el teléfono" cuando sean requeridos para actuar. "Los primeros irresponsables son los políticos" advierte, y señala que "ayer no se activaron los medios suficientes, si a esto sumamos la irresponsabilidad de los políticos que deberían apoyarnos, esto acabará provocando un plante".

En respuesta a las críticas de Sàmper, Viudes ha lamentado que "ahora parece que somos objetivos por dos lados, de los violentos y de los políticos". Lamenta que "los protagonistas no deberíamos ser nosotros" pero este jueves "solo se ha hablado de la actuación de los mossos".