Cataluña ha entrado en la cuenta atrás para la definición del poder institucional en la XIII Legislatura. En siete días debe constituirse el Parlament, la sesión que servirá para escoger al presidente de la cámara y los miembros de la Mesa. Y ERC sigue sin tener cerrado un acuerdo con sus futuros socios sobre quién debe sustituir a Roger Torrent.

JxCat y la CUP aspiran a presidir la cámara con los apoyos de los tres partidos independentistas. Pero si no hay acuerdo, el PSC podría imponer inesperadamente a su candidata, Eva Granados. En una posibilidad "muy remota" reconocen fuentes socialistas. Pero Salvador Illa no tira la toalla. El presidenciable socialista está dispuesto a dar todas las batallas, y la indefinición del independentismo da alas a sus maniobras.

La CUP marca el calendario

La CUP mantiene sus aspiraciones a la presidencia del Parlament, que también reclama para sí JxCat. Y los antisistema han fijado de nuevo el calendario de las negociaciones con la convocatoria de nuevas asambleas para avalar la estrategia negociadora que empezarán este sábado y se alargarán hasta el miércoles, 48 horas antes de la constitución del Parlament.

Las asambleas llegan tras una nueva ronda de negociaciones con ERC y JxCat que los antisistema siguen centrando, en sus comunicados públicos, en la batalla por el control de los Mossos d'Esquadra. Pero el reparto de cargos también está sobre la mesa, junto a la no menos espinosa definición de la hoja de ruta independentista.

Tanto los antisistema como Junts coinciden en la necesidad de cerrar un acuerdo sobre cómo se avanza hacia la independencia. Un camino en el que la CUP propone un nuevo referéndum al final de la legislatura, en 2025, y los de Laura Borràs apuestan por "hacer efectivo el 1-O" sin explicar demasiado cómo.

Aragonés pide generosidad

Este es el contexto en el que Pere Aragonés pronunció este jueves una conferencia para mostrar sus credenciales como presidenciable, al más puro estilo Artur Mas. El republicano reclamó a sus posibles socios "generosidad" para formar un Govern "amplio que aglutine a todas las formaciones dispuestas a ayudar a superar las crisis que estamos viviendo". Y las enumeró en repetidas ocasiones: JxCat, ERC y CatEC-Podem.

Aragonés se mostró convencido de que "nadie jugará la carta de unas nuevas elecciones para mejorar resultados", y advirtió, por si alguien tiene la tentación, de que "la crisis no espera, el momento es ahora". Se refería tanto a la crisis económica y social provocada por la pandemia, como a la política, que siguió poniendo en el centro del plan de ruta de su futuro gobierno.

"Si no queremos desaprovechar la oportunidad histórica", que a su juicio suponen los resultados del 14F, cuando el independentismo superó el 50% de los votos emitidos, "todos tenemos que salir de nuestra zona de confort, no mirar el quién sino el qué, y aceptar la responsabilidad de entrar en el Govern". Una apelación dirigida tanto a la CUP como a los comunes, que se resisten a entrar en una mayoría parlamentaria junto a JxCat.

Más independentismo

Empeñado en demostrar que la suya es una propuesta de cambio, aunque su partido está en la Generalitat desde 2016, Aragonés aseguró que el suyo es un ejecutivo que "genera pánico a los que no quieren que cambien las cosas, porque saben que un Govern de ERC con apoyo de JxCat, la CUP y los comunes es capaz de revitalizar la fuerza democrática que demostramos en 2017".

"No podemos desaprovechar toda la fuerza electoral que hemos conseguido para impulsar la amnistía y la autodeterminación y hacerlo sin perder tiempo" insistió el republicano. "El momento exige abandonar vetos estériles y avanzar con voluntad sincera de acuerdos".

Plantón de los comunes

El aspirante de ERC a la presidencia de la Generalitat, dibujó su hoja de ruta para la formación del próximo gobierno catalán ante un público reducido, pero con todos los actores del independentismo. Desde su rival en las elecciones, Laura Borràs (JxCat), a su socia preferente, Dolors Sabater (CUP), junto a la también antisistema Eulalia Reguant y la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie.

No hubo representantes de los comunes, el cuarto socio al que aspira de incorporar Esquerra a su coalición de gobierno, pese al veto mutuo con Jxcat. Sí estaban ahí los presidentes de Pimec, Antoni Cañete, y el Círculo de Economía, Javier Faus, junto a representantes de CCOO, UGT y Foment del Treball. Los dirigentes patronales acudían a la convocatoria de Esquerra apenas unas horas después del acto en el que habían reclamado la constitución ya de un nuevo Govern que tome las riendas de la crisis social en Cataluña.