Las previsiones caen al mismo ritmo que renacen las oleadas de contagios. En Euskadi las modificaron tras la segunda ola, lo volvieron a hacer tras la tercera que ahora parece que toca a su fin y todo apunta a que lo hará tras la cuarta ola que ya esperan la mayor parte de Gobiernos europeos. El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu aseguró la semana pasada que “probablemente” habrá que revisar a la baja la estimación de crecimiento del 8,6% para este año. Los contagios en Euskadi no dejan de crecer y los peores temores de las autoridades van cumpliéndose.

Mientras tanto, la economía debe sacar su artillería para intentar contener su caída. Para ello, las instituciones vascas han recurrido a la aprobación de planes de ayudas, de financiación y bonificaciones dirigidas a los sectores más afectados. Acciones en ocasiones más anunciadas que eficientes para los comerciantes. En los últimos meses de la pandemia, las acciones se han orientado hacia los consumidores y lo han hecho potenciando una singular medida: los bonos descuento.

Es la última medida para reactivar la economía que han puesto en marcha el Gobierno de Urkullu, los ayuntamientos y las diputaciones forales. El éxito es innegable, en las mayor parte de los casos, los cientos de miles de bonos puestos a la venta se han agotado, en algunos casos en cuestión de horas.

Los ha habido de todo tipo, bonos específicos para consumir en restauración, en Cultura, en hoteles y en pequeño comercio. En la mayor parte, el incentivo ha pasado por duplicar su importe, y en otros casos, se bonificaban con estancias en hoteles o casas rurales. Sólo en los últimos cuatro planes de bonos descuento impulsados por las instituciones vascas para reactivar la economía se han invertido 10 millones de euros.

100 euros y una noche de hotel

La última campaña de venta de bonos la ha promovido el Ejecutivo de Iñigo Urkullu. Llamado bonos ‘On egin’ (Que aproveche), la reactivación de la economía en el ámbito agroalimentario se pretende impulsar ofreciendo estancias de hotel o casa rural de regalo por un importe de 50 euros a quienes consuman un mínimo de 100 euros en productos de cercanía y de las denominaciones de origen vascas. Se pondrán a la venta hasta 30.000 bonos.

La iniciativa consiste en adquirir, entre los productores adheridos, un ‘carrito’ por valor de 100 euros de productores de txakoli, queso Idiazabal, pimientos de Gernika, sidra o vino de Rioja Alavesa, entre otros producto. Bastará con enviar la factura para recibir un bono que podrá ser canjeado por una noche de hotel en un establecimiento del País vasco por un importe de 50 euros. Los bonos se podrán canjear hasta diciembre del próximo año.

Hace apenas una semana, desde el Ayuntamiento de Bilbao se impulsó una nueva fase de su política de descuentos para los consumidores. Se pusieron a la venta 110.000 bonos para consumir en bares y restaurante. Las cuantías oscilaba entre los 10, 20 y 30 euros y su valor en los locales se duplicaba. La diferencia, la abonaba al local el consistorio. Lo hacia incluso antes de que estos fueran consumidos, con el fin de adelantar la liquidez de los locales.

El 15 de marzo pasado, primer día en el que salieron a la venta, el sistema se boqueó. En muchos casos, entre los 700 bares y restaurante adheridos había incuso locales con estrellas Michelín, especialmente demandados. Para algunos establecimientos ha supuesto un pequeño respiro, ya que podían aceptar bonos hasta sumar un máximo de 6.000 euros.

Duplicar el valor

Poco antes, en Bilbao la campaña se había dirigido a la promoción del pequeño comercio y la cultura, con la puesta en venta de 48.000 bonos descuento.

También la Diputación, en este caso de Bizkaia, se ha apuntado a las campaña de vender bonos para contribuir a la recuperación económica. En septiembre del año pasado puso en marcha ‘Bizkaia Aurrera’. Fue una campaña menos ambiciosa, 500.000 euros. Logró vender todos, los 17.000 bonos de 25 euros, -con un valor de compra de 40 euros-, y los 9.800 de 15 euros con valor de compra de 40 euros, cada uno de ellos para su uso en determinados establecimientos y servicios.

En diciembre del año pasado el Ejecutivo de Urkullu también puso en marcha una campaña similar, en esta ocasión en colaboración con los ayuntamientos, diputaciones y las Cámaras de Comercio. La iniciativa consistió en poner a la venta bonos con un coste de 5, 10 y 20 euros pero con un valor de compra en los locales establecidos que duplicaban su valor. Debían destinarse a compras en establecimientos hoteleros y del ámbito turístico del País Vasco. Con un presupuesto de 2 millones de euros. Se podrán emplear entre abril y diciembre de este año.