Pese a que en las últimas semanas se ha multiplicado el número de turistas que llegan a España para disfrutar del ocio, la imagen internacional que está proyectando el país puede no salirle rentable a medio y largo plazo. "Todo el mundo quiere ir a España, pero ni locos van a ir de turismo, solo los jóvenes que quieran ir de fiesta", señala el experto Jeffrey Lazarus en una entrevista con El Independiente.

Investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona y profesor asociado de la Universidad de Barcelona, este estadounidense lleva 30 años yendo a España. "No se puede hablar en nombre de 8.000 millones de personas, pero la imagen exterior de España ahora mismo con el coronavirus no es buena", explica.

Pregunta: Como experto en sistemas de salud, ¿qué ha fallado en Europa a la hora de combatir el coronavirus?

Respuesta: En Europa ha faltado claramente una directiva común. Somos una Unión Europea con 27 criterios. Es verdad que algunos países trabajan en estrategias comunes, pero en general no ha habido directrices comunes para vacunas o viajes. La Unión Europea debería haber prohibido los viajes de turismo. Además, una España que no funciona acarrea problemas para toda la Unión. España debería haber cerrado en enero, febrero, marzo y abril, hubiera sido una buena decisión porque son meses con poco turismo. No sabemos cuántos casos se habrían evitado, pero sabemos que el virus acompaña al turista allá donde va.

P: ¿Cómo se explica esta ola de contagios en Europa si ya ha empezado la vacunación y no ha habido unas fiestas como Navidad o Semana Santa?

R: Es sorprendente que estemos a finales de marzo y que haya estos repuntes. Lo lógico sería después del verano, después de Navidad o después de la Pascua, pero no marzo. Yo creo que está muy ligado con el éxito de la vacuna, por eso me preocupa mucho. Un programa de vacunación de este tipo hay que hacerlo muy rápido porque cuando se empieza a ver que funciona. Eres víctima de tu éxito. La gente ve que funciona, que los mayores ya no se mueren y que los hospitales se van vaciando y se empieza a relajar. Eso está pasando por toda Europa. En Reino Unido también, pero ahí están vacunando a toda velocidad y ya están pensando en la desescalada, en hacer turismo.

P: Y vendrán a España entonces.

R: ¿Dónde puedes hacer ese turismo? Bienvenidos a España. Yo voy cada mes de Barcelona a Dinamarca y para entrar necesito tres tests: uno el día antes, uno de antígenos al aterrizar antes del control de pasaportes y después tengo que hacer una cuarentena de cuatro días y hacerme otra PCR.

En Dinamarca también hay fiestas ilegales, pero casi todos van con un test de antígenos hecho. Son tontos, pero no tanto"

En España, los franceses que llegan a pasar un fin de semana necesitan únicamente una PCR en su país de origen 72 horas antes de coger el vuelo. Van a Madrid porque hay juerga, puedes salir, puedes comer y puedes beber. A las seis de la noche estás en casa en París, pero si pagas 150 euros, coges un avión y tienes buen finde en Madrid. Eso no puede ser: habría que poner un antígeno obligatorio a la entrada. Y además, creo que todo lo que va a ganar desde el plano económico no va a compensar todos los problemas que va a generar. Hay una incidencia acumulada de 130 mientras que en Dinamarca estamos en 15 y no tenemos prácticamente nada abierto. En España se puede perder el verano si sigue así.

P: ¿Cómo se ve a España ahora mismo desde fuera?

R: No se puede hablar en nombre de 8.000 millones de personas, pero la imagen exterior de España ahora mismo con el coronavirus no es buena. En mis círculos, que son amplios, se ve a España como un país que está actuando de forma poco seria, con distintas políticas dentro del mismo país y nadie entiende cómo está abierto para el turismo. En Europa se empieza a ver que viajar a España es un deporte de riesgo extremo. Cuando dices que vas a España te miran con unos ojos... Todo el mundo quiere ir a España, pero ni locos van a ir de turismo, solo los jóvenes que quieran ir de fiesta. Pero en el caso de Dinamarca esa gente no llena ni un avión. Antes había tres aviones diarios Copenhague-Barcelona y ahora hay uno o dos a la semana. Y eso es porque no hay demanda.

P: ¿Qué se ha hecho mal en España?

R: Han manejado mal la comunicación, han tomado malas medidas para el control y después de un año todavía es muy difícil conseguir un test. En Dinamarca, la hija de un amigo quería ir el viernes pasado a dormir a casa de una amiga y antes de ir le hicieron un test de antígenos en el parque y le mandaron el resultado al móvil en 15 minutos. Todo gratis y sin colas. Aquí también hay fiestas ilegales, pero casi todos van con un test de antígenos hecho. Son tontos, pero no tanto. ¿Por qué es tan difícil conseguir un test en España?

P: ¿Hay una respuesta a eso?

R: No lo sé, yo tuve que ir a una clínica privada, pagar 40 euros y esperar hora y media para un test de antígenos. A nivel mundial España es una potencia, estoy seguro de que puede comprar millones test de antígenos, que valen un par de euros, y hacer si se quisiera un test semanal por persona. Con eso se evitarían muchos problemas. Y luego está el tema de las prioridades: en Dinamarca estamos en una incidencia de 15 y la gente se pregunta cómo se puede bajarlo; en España ha caído hasta 130 y la gente se pregunta cuándo volverá a abrir todo. Los datos de España son de emergencia extrema. Es un tema muy serio.