El presidente del Gobierno ha calificado de "muy grave" la crisis con Marruecos, traducida en una presión migratoria sin precedentes en la frontera con Ceuta, donde siguen entrando ilegalmente miles de personas este martes tras la llegada de más de 6.000 marroquíes el lunes.

En una declaración institucional desde Moncloa, en la que ha anunciado que viajará a Ceuta y Melilla "para mostrar la determinación con la que estamos actuando", ha trasladado a los habitantes ceutíes que "vamos a restablecer el orden en su ciudad y en las fronteras con la máxima celeridad. Seremos firmes para garantizar su seguridad ante cualquier desafío, eventualidad y bajo cualquier circunstancia".

"La integridad de Ceuta, como parte de nuestra nación, y la tranquilidad de nuestros compatriotas están garantizadas por el gobierno de España y con todos los medios disponibles", ha insistido sin dejar de calificar a Marruecos como "país socio y amigo".

En contacto con el Rey

Sánchez ha hablado a lo largo de la mañana con el Rey para analizar las líneas de respuesta que serán coordinadas tras de un comité de situación que ha aprobado el Consejo de Ministros. También ha mantenido contactos con la vicepresidenta de la Comisión Europea; con el Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el español José Borrell y con el presidente del Consejo Europeo, Charles, Miguel, además de con el líder de a oposición, Pablo Casado, "como seguiré haciendo hasta que la tranquilidad vuelva".

El objetivo que se ha marcado el Gobierno es garantizar el control del tránsito de la frontera con Marruecos, dotar a las ciudades autónomas de todos los medios necesarios para afrontar esta crisis "y proceder a la devolución inmediata de todo aquel que haya entrado irregularmente", tal y como está previsto en los acuerdos con el vecino del sur desde hace años.

La seguridad de nuestros compatriotas será defendida ante cualquier desafío"

Marruecos "es un país socio, amigo de España y así debe seguir siéndolo. Mi deseo, como el de todos los españoles, -ha agregado el presidente del Gobierno- es estrechar aún más esta relación de amistad". Sánchez ha hablado de lazos humanos, económicos y estratégicos que "nos llaman a cooperar y trabajar juntos". Pero para que ello resulte provechoso y efectivo, la relación debe basarse "siempre en el respeto a las fronteras mutuas que es la base sobre la que se escribe la vecindad de países amigos".

En definitiva "la integridad territorial de España, sus fronteras, que también son las de la Unión Europea, y la seguridad de nuestros compatriotas serán defendidos ante cualquier desafío". Sin duda, del tono de sus palabras se traduce que, más allá de una mera crisis migratoria, como insistía el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, se trata de una situación de mucho mayor calado.