La Dirección General de la Policía ha dado los primeros pasos para devolver la partida de gorras y camisas de trabajo que adquirió en 2019 al constatar "defectos en la fabricación" que provocan un desgaste acelerado de las prendas. Uno de los errores que se ha detectado es que la placa emblema pierde el color dorado y se queda "totalmente negra".

En marzo de 2019, la División Económica y Técnica del Cuerpo Nacional sacó a licitación la compra de diverso vestuario para proporcionar la uniformidad neesaria a los alumnos de las escalas básica y ejecutiva del curso 2019-2020. Dividido en ocho lotes independientes, el presupuesto de salida ascendió a 3.197.745,65 euros.

En concreto, las prendas que no han cumplido las expectativas de calidad son los 3.200 gorros de trabajo y las 12.800 camisas polo de trabajo (de mangas corta y larga en idéntica proporción), según se detalla en el oficio que el Servicio de Vestuario remitió el pasado miércoles "a todas las dependencias" al objeto de hacer recuento a nivel nacional de las unidades con tara y solicitar a los proveedores que ganaron el concurso la sustitución.

Camisa deteriorada con la placa ennegrecida.

"Por defecto en la fabricación, las gorras sufren un alto desgaste en la exposición a la luz, ocasionando que éstas se deterioren por una excesiva decoloración. En el caso de las camisas polos, tanto de manga larga como corta, las letras impresas tanto en la parte anterior como posterior se deterioren eliminándose el color blanco, además de la placa emblema que pierde el color, quedándose totalmente negra", explica el jefe de la unidad económica en el citado documento, fechado el pasado 15 de septiembre y al que ha tenido acceso El Independiente.

Fabricadas en poliester (52 %), algodón (46 %) y elastano (2 %), el suministro de las 3.200 gorras de trabajo se encargó a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Ángel Gabardós Galindo Sucesores SL y Manufacturas Aura SA por un montante de 46.076,8 euros, lo que arroja un precio unitario de 14,40 euros (impuestos incluidos). Se trata del expediente numerado como 004/19/VE/01.

Desierto por falta de ofertas

Tras quedar desierto inicialmente por falta de ofertas, la Policía Nacional adjudicó el contrato de camisería mediante un procedimiento negociado sin publicidad a la UTE compuesta por Fábrica Española de Confecciones SA y El Corte Inglés SA. Este proveedor suministró las camisas polo de manga corta a 15,13 euros cada uno y las de manga larga a 15,73 euros, ascendiendo el montante a 197.504 euros (expediente 009/19/VE/01).

Detectado el problema, el Servicio de Vestuario envió la pasada semana una comunicación a todas las secretarías generales para que la hagan llegar a su vez a todos los funcionarios del Cuerpo, a fin de hacer un recuento del vestuario que ha resultado defectuoso. De esta forma, cada plantilla deberá remitir antes del próximo 22 de octubre una hoja de excel en la que se detalle el nombre y carné profesional del funcionario, las prendas fallidas correspondientes a los dos citados expedientes de licitación y la cantidad.

La "excesiva decoloración" hace que la placa emblema pierda el dorado y quede "negra"

Según se especifica en el oficio, la Dirección General solicitará la sustitución de las prendas a los suministradores cuando conozca el número total de unidades, momento en el que se pedirá a los agentes las gorras y las camisas deterioradas para proceder al cambio.

El pliego de prescripciones técnicas que reguló el concurso, consultado por este diario, obligaba a todos los licitadores a presentar informes emitidos por laboratorios acreditados con los resultados de los ensayos realizados a las materias primas utilizadas en el proceso de confección. En el caso de las gorras, los parámetros evaluables eran el tejido principal, el forro y el sudadero. En cuanto a las camisas de trabajo, el ensayo alcanzaba el tejido y las medidas.

A las empresas que pujaron por las distintas prendas se les exigía también la presentación de muestras de los productos al objeto de poder evaluarlas y detectar eventuales defectos. "Una muestra será considerada 'apta' (umbral de satisfacción que representa el cumplimiento del pliego) siempre y cuando no presente defectos críticos o una acumulación de más de tres defectos mayores", indicaban las condiciones del concurso.

En el caso de las gorras de trabajo, la valoración emitida tuvo la calificación de "aceptable" y obtuvo una nota de 40 puntos, lo que le permitió pasar a la siguiente fase (apertura de la oferta económica). En concreto, el informe de ensayo llevaba la firma del Instituto Tecnológico Textil Aitex, una empresa especializada con sede en la localidad alicantina de Alcoy.

Al margen de las gorras de trabajo y las camisas de trabajo, el procedimiento de licitación adjudicado en 2019 incluyó otra treintena de productos, entre ellos guerreras, faldas, pantalones rectos, jerseys, zapatos, botas de trabajo, cinturones, calcetines, corbatas, mochilas, chubasqueros, camisetas, pantalones de chándal, manguitos y divisas.