Hace mucho tiempo que dejaron de ser (sólo) para el verano. Las bicicletas se han convertido en los últimos años en un medio de transporte cada vez más común y presente en pueblos y ciudades españolas a lo largo de todo el año. Se estima que en nuestro país hay alrededor de 30 millones de bicicletas. El repunte en la demanda ha sido importante durante esta pandemia. El levantamiento de las restricciones y el confinamiento disparó el mercado que a su vez se encontró con una incapacidad de producción por falta de componentes incapaz de satisfacer la alta demanda.

En este contexto, el mercado de segunda mano creció. Se trata de un mercado en el que un porcentaje procede del robo de bicicletas. En la última década en España se han robado anualmente entre las casi 30.000 unidades que constan en 2013 y las 13.000 del año pasado. En realidad sólo es la parte denunciada ante la policía. Se trata de un mercado que nunca ha dejado de tener un volumen significativo de comercialización y en muchos casos con bicicletas procedentes de robos y hurtos.

Desde el año 2011 constan, según datos del Gobierno, casi 223.000 sustracciones de bicicletas. Si bien la tendencia hasta el año pasado ha ido en descenso, el número de robos diarios medio ronda las 35 unidades. La estadística aportada por el Ejecutivo, que incluye los datos aportados por Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Foral de Navarra y Policías Locales, se amplía si se incorporan los datos de comunidades autónomas como Cataluña o Euskadi, cuyos robos no se han incluido en este balance.

De la mayor parte de bicicletas sustraídas no se volverá a saber nunca nada más, simplemente desaparecen. En un número importante pasan a engrosar el ‘stock’ del mercado negro de bicicletas de segunda mano, quizá muy lejos del lugar en el que fue robada. Las denuncias interpuestas ante las diferentes policías no suelen llegan a buen puerto en la mayoría de los casos. Si el año pasado se tuvo conocimiento del robo de algo más de 13.000 bicicletas apenas se logró recuperar el 9%. Si se observa el resultado a más largo plazo, en la última década sólo se logró recuperar siete de cada diez bicicletas robadas.

Madrid: 2.395 robos

Madrid es la ciudad donde más robos se producen. Sólo el año pasado 2.395. Pese a ser una cifra elevada es prácticamente la mitad de las que se sustraían entre 2011 y 2013. En la capital apenas se logró recuperar una muy pequeña parte, 265 bicicletas. En la lista aportada por la Administración –a falta de datos de Cataluña y el País Vasco- la segunda comunidad en número de robos fue Valencia, con 1.078 robos, y seguida de cerca por Sevilla, con 1.050 bicicletas robadas. Mientras en la primera se recuperaron 87, en la segunda apenas 48.

Los episodios de robos de bicicletas, en particular las de alta gama, se repiten cada vez más. Existen grupos organizados que están especializados en este mercado de alto nivel, cada vez con mayor demanda, y que mueve bicicletas con precios que pueden superar los 6.000 euros.

El año pasado en nuestro país se vendieron 1,56 millones de unidades. Se trata de una demanda desconocida hasta ahora y que se disparó a consecuencia de la pandemia y el deseo de movilidad al aire libre que impregnó a la sociedad durante meses. Según datos de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE) en 2014 este mercado comercializaba poco más de un millón de unidades.

Al menos una vez por semana

No en vano cada vez más las ciudades se han adaptado a una demanda creciente de la ciudadanía y se han comenzado a ampliar los carriles bici que permiten una mejor convivencia con los coches y el transporte público. También ha crecido el número de localidades en las que los Consistorios ofertan ya servicios de bicicleta de alquiler, en la mayoría de los casos eléctricas, para desplazarse por sus calles. Este tipo de servicios también han registrado robos, como el que se pudo acreditar en Bilbao con bicicletas eléctricas del servicio municipal que tras ser robadas fueron localizadas en otro país.

Pese al incremento en el uso de la bicicleta, en España seguimos lejos del nivel de uso que de ella se hace en algunos países centroeuropeos. Así, apenas el 3,5% de los españoles recurre a los pedales para desplazarse al trabajo, frente al 20% de los holandeses. El uso más común que de ella se hace está relacionado con el ocio, en particular durante los fines de semana. El observatorio de la bicicleta de la DGT concluye que el 22% de los propietarios de una bicicleta la utiliza al menos una vez por semana. Las ciudades con mayor utilización: Sevilla, Zaragoza, Valencia, Barcelona y Madrid.