Bajo el título "Las subjetividades políticas y la tozudez de los hechos" el director del CIS, José Félix Tezanos, escribe en su revista Temas sobre la distancia que hay entre la realidad y la percepción de la misma y llega a hacer suya una afirmación del sociólogo estadounidense Robert King Merton respecto a que “basta que un hecho incierto (inicialmente) sea creído como cierto por muchas personas, para que produzca los mismos efectos que si fuera cierto”.

Y viniendo del "autor intelectual" de unos sondeos que nadan contracorriente y que ha cosechado sonoros fracasos como el que vaticinó el triunfo de la izquierda en las elecciones autonómicas madrileñas del 4-M, no deja de ser paradójico. No pocas veces se le ha acusado de sobrerrepresentar al PSOE de modo que no hace una foto fija del estado de la opinión pública, sino que intenta crear un estado de opinión, esto es, la realidad frente a una percepción sesgada de la misma.

Pontifica en su revista Temas sobre la existencia de realidades paralelas y "hechos tozudos"

Se coloca Tezanos en la posición del observador objetivo cuando llega a acusar a otros del comportamiento que se le atribuye al servicio de unas siglas, con claro descrédito del instituto demoscópico público que cuenta con los mejores medios humanos y técnicos.

"Nos encontramos -dice- ante una cuestión de indudable interés analítico, que no puede comprenderse al margen de ciertos discursos y comportamientos estratégicos impulsados por núcleos políticos y de comunicación muy concretos, empeñados en obtener rendimientos inmediatos en términos de poder y representación".

Hay que reconocerle que esta vez no insulta a PP y a Vox, a los que en otras ocasiones, desde las mismas páginas de su revista subvencionada, ha calificado de "fascistas"; no ha pedido el voto para el PSOE o llamado "tabernarios" a los votantes populares de Isabel Díaz Ayuso.

Una de las cuestiones más debatidas entre los expertos en análisis sociales "son las inconsistencias que a veces se dan entre las situaciones objetivas y las percepciones personales o grupales de dichas situaciones", agrega en su extenso artículo.

"Tales inconsistencias con sus correspondientes tensiones de ajuste y reajuste, han sido recogidas en el lenguaje popular a veces con lecturas encontradas en refranes populares en los que, por un lado, se puede sostener que 'nada es verdad ni mentira, sino que todo depende del color del cristal con el que se mira'. Y en una dirección diferente con el adagio de 'que al final los hechos son tozudos'", prosigue el sociólogo.

Pero cuando la "tozudez de los hechos" demuestra una y otra vez que sólo acierta, y de aquella manera, cuando gana el PSOE, el responsable del CIS se acoge al mantra de que "yo no soy un adivino". Lo dijo, por ejemplo en noviembre de 2019, cuando vaticinó entre 133 y 150 escaños para Pedro Sánchez y entre 14 y 21 a Vox, en las elecciones generales del 10-N y, también en mayo de año pasado, tras las autonómicas madrileñas.

"Adormecer" y "neutralizar" a los ciudadanos

Pero él no se da por aludido. Incluso habla de cómo se intenta no pocas veces "adormecer" o "neutralizar" a los ciudadanos.

Escribe sobre aquellos que "interpretan determinados factores adormecedores o neutralizadores de las capacidades para tomar conciencia social de ciertas vivencias, como ocurre con las religiones que predican y enaltecen las actitudes de la 'resignación', la 'sumisión a los poderes establecidos', la 'obediencia' a las jerarquías, etc. Lo que ha llevado a que algunos teóricos se hayan referido a estas religiones como una especie de “opio del pueblo (llano)”, que al igual que las drogas y analgésicos ayudan a soportar vivencias críticas y especialmente penosas".