El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonès, se reunirán el próximo viernes 15 de julio en Moncloa para cerrar la crisis abierta por el 'Caso Espionaje'. Lo ha anunciado el ministro de presidencia, Félix Bolaños, tras reunirse durante algo más de hora y media con la consejera Laura Vilagrà en el Palau de la Generalitat.

Será el primer encuentro formal entre Sánchez y Aragonès desde que el pasado septiembre se reuniera la mesa de diálogo entre Gobierno y Generalitat. Una mesa a la que Bolaños no ha puesto fecha, pese a que el Gobierno se comprometió a reunirla "a principios del año" 2022. Vilagrà sí ha avanzado que la mesa debe reunirse dos veces "de forma pública" antes de fin de año.

La reunión ha concluido con dos acuerdos, han explicado: la reunión entre Sánchez y Aragonès y un "marco metodológico de garantías" para proseguir con el diálogo.

Garantías contra el espionaje

Bolaños ha defendido ese acuerdo para "fortalecer el proceso de negociación". Vilagrà ha ido más alla, explicando que se trata de un documento "habitual en los procesos de negociación de ámbito internacional" el marco en el que el independentismo gusta de situar su negociación con el Gobierno Sánchez. "Era necesario tras crisis" de Pegasus, ha añadido Vilagrà.

La consejera ha añadido que el acuerdo destalla la "necesidad de mantener la privacidad y no conculcar derechos fundamentales". Dos referencias inequívocas al espionaje a líderes independentistas, asumido en el caso de Aragonès por el propio CNI.

"Todo el que ha sufrido una intervención de su teléfono ha sido víctima de un delito" ha reconocido Bolaños por su parte. El ministro de la presidencia ha asegurado en este sentido que el Gobierno "coincide en que las instituciones democráticas han de actuar siempre con arreglo a la ley y tenemos que poner todas las herramientas para que todos los que han sufrido delitos" puedan ejercer su defensa.

En una dinámica que ya se ha convertido en habitual, la consejera ha enfriado el entusiasmo del ministro. Si el primero se ha mostrado convencido de que "hemos vuelto a la senda del diálogo" con "acuerdos importantes para fortalecer relación institucional y política entre Gobierno y Generalitat", Vilagrà ha dejado deberes pendientes.

La consejera ha señalado que faltan dos elementos para dar por normalizada la relación: la "reconstrucción de confianzas con resultados tangibles" y que se haga efectiva la promesa de "desjudicialización del conflicto". Dos cuestiones que se abordarán en la reunión de presidentes, ha asegurado.

Mesa de diálogo

Bolaños y Vilagrà se han reunido por segunda vez en semanas para buscar una reconciliación entre PSOE y ERC que haga más viable el próximo curso político, tras la ruptura que supuso el 'Caso Pegasus'. Sobre la mesa, más allá del encuentro entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès, la mesa de diálogo bilateral Gobierno-Generalitat, que Esquerra necesita reactivar con algún resultado antes de otoño.

A la vuelta de verano Pere Aragonès afrontará un nuevo otoño caliente en términos políticos, con el Debate de Política General que examinará su primer año al frente de la Generalitat, el quinto aniversario del 1-O y, probablemente, el juicio oral a Laura Borràs.

En este contexto, los republicanos confían en reunir de nuevo la mesa en un plazo de tiempo relativamente breve. Y en incorporar a conseller de Junts a ese diálogo, para cerrar por lo menos una de las brechas abiertas con sus socios de gobierno. Pero esos intereses no coinciden con los de Moncloa.