España

Por la posición ante el decreto anticrisis

El PP aboga por el diálogo con Sánchez frente a su ofensiva económica "populista"

La abstención apunta a un 'gesto' para el entendimiento entre Génova y Moncloa en un momento en el que el PSOE está decidido a ir a la "ofensiva" para recuperar terreno electoral

Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, interviene en la Escuela de Verano del PP, en El Escorial.

Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP EFE

El PP ha levantado sus cartas y ha dejado a Pedro Sánchez ganar una partida en la que apenas era capaz de influir. Este jueves, tras el Debate del estado de la nación, el Gobierno tenía asegurado la convalidación del paquete de medidas anticrisis con el apoyo de socios como EH Bildu y el regreso a la mayoría de la investidura de Esquerra Republicana. Y, en Génova, lo sabían. Por ello, y para mantener la imagen de partido "moderado", como vienen reafirmando públicamente desde el relevo presidencial en Sevilla, Alberto Núñez Feijóo ha ordenado "facilitar" el trámite en beneficio de mantener la aproximación con Moncloa.

Un voto en contra al decreto, que recoge -sin otorgarles autoría- dos de las medidas propuestas -las ayudas directas a las rentas bajas y el IVA de la luz al 5%- en el plan económico del área de Economía del PP, cuando el PSOE ha centrado esta semana una apuesta social, sería contraproducente para los populares. Los conservadores siguen apelando al entendimiento con los socialistas en cuestiones de Estado como la pugna contra la inflación, la Defensa y la Seguridad o la justicia y, aunque alertaron de que la aprobación de la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que enmienda el impedimento del CGPJ para elegir magistrados del Tribunal Constitucional, supondría un punto de inflexión y la interrupción del diálogo, esta 'cesión' aspira a retornar caminos.

Con la abstención, el PP sigue tendiendo la mano al presidente del Gobierno. Se trata de un movimiento, además de estratégico para poder seguir pivotando en la centralidad, de gran relevancia. Principalmente, porque las propuestas económicas del principal partido de la oposición copan la mayor parte del discurso esgrimido por la primera línea política de Génova. Desde el propio presidente a la secretaria general y portavoz parlamentaria Cuca Gamarra; desde el coordinador general Elías Bendodo hasta el vicesecretario económico Juan Bravo. Un paso dado por los populares, en plena 'ofensiva' del PSOE que los de Feijóo han calificado de "populismo económico".

Según ha podido saber El Independiente, Moncloa ha decidido pasar a la ofensiva de aquí al final de la legislatura. La fuerza mayoritaria del Ejecutivo quiere "llevar la iniciativa" en los asuntos políticos para dejar "fuera de juego" a Feijóo. Un intento destinado, además, a intentar recuperar el 'tono' en el relato, y terreno en las encuestas para generar la expectativa de que aún es posible reeditar un gobierno de izquierdas en las próximas generales. Ello, ha empezado a cimentarse sobre una batería de propuestas "sociales" en el ámbito del transporte, la vivienda o los impuestos a la banca o las empresas eléctricas.

El PP apela al entendimiento en cuestiones de Estado, frente a la deriva "populista" de Sánchez

Frente a ello, el PP dice no poder seguirle el juego. "No podemos acompañar al PSOE en su intento de marcaje a la vicepresidenta Díaz, y no podemos avalar unas tesis económicas que podrían endosar nuevas subidas de precios a la energía y los hidrocarburos", indican fuentes del partido. "Tampoco podemos apostar por la aceleración en la descarbonización, que reduce las vías de generación eléctrica, minora la oferta y abre la puerta a un incremento en las tarifas que soportan los españoles", añaden.

El 'golpe de efecto' que el líder del Ejecutivo dio desde la tribuna de oradores el pasado martes, que en este tipo de debates parte con ventaja por su posición, ha hecho al PP tener que integrar en su discurso el marco impuesto por el PSOE: a favor o en contra de que las grandes corporaciones paguen más. Y, para no entrar en esa cuestión, desde Génova añaden que eso puede provocar que "se acabe trasladando a los ciudadanos" a modo de comisiones o incrementos de precios. "Las medidas son útiles para congraciar a Sánchez con sus socios de Gobierno y aliados, pero no para ayudar a los españoles con sus problemas cotidianos", explican las mismas fuentes.

La imagen de cara a las generales lo es todo, y en la sede nacional están midiendo los pasos con cautela para mantener a flote los sondeos. Saben que la política cambia de tercio con rapidez y cualquier posicionamiento mal entendido por los votantes potenciales puede perjudicar al electorado potencial agraviado por las posturas desarrolladas estos últimos meses por Moncloa. De ahí que se traslade el debate a las consecuencias de aceptar un impuesto añadido a bancos y eléctricas. El posicionamiento dialogante, entienden en el PP, en definitiva, permitirá al grupo volver a dominar el relato político de manera más prematura ante el próximo flaqueo de Ferraz.

'Sí' al decreto, pero "es insuficiente"

Desde el PP reiteran que es necesario hacer políticas de Estado entre los dos grandes partidos del país y explican que este voto "facilitador" busca entonar diálogos en pro de las políticas económicas "reales" siguiendo la línea europea, dicen. Consideran que el segundo decreto económico, que se mantendrá vigente hasta diciembre, es "un plan insuficiente e incompleto, puesto que carece de medidas específicas para las clases medias".

Siguen insistiendo, y así se lo han propuesto de manera resolutiva después del debate sobre la nación al Ejecutivo, en la necesidad de deflactar el IRPF a las rentas de menos de 40.000 mil euros y abaratar el coste de la Administración. Más, inciden, cuando se trata de "la más cara de la historia, con 22 ministros y más de 800 asesores adscritos al Gobierno".

Acuerdo en Defensa

PSOE y PP si han encontrado puntos comunes en la votación de dos propuestas de resolución. La primera, es la que sugiere al Gobierno a aumentar el PIB destinado a gasto militar hasta, al menos, un dos porciento. La segunda, la que le insta a preparar en las comisiones pertinentes de las Cortes la presidencia española de la Unión Europea. Algo que tocará a nuestro país entre a partir de marzo o abril. Este respaldo de los populares, ha permitido, así, salvar las diferencias entre socios de coalición en Defensa, que llegará a ese objetivo en 2029.

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