La empresaria alemana Corinna Larsen, ex amante de Juan Carlos I, es la protagonista del podcast de ocho capítulos Corinna and the King que fue presentado este martes en Londres y se emitirá durante las próximas semanas.

En éste, del que se ha avanzado el contenido, centrado en la relación sentimental entre ambos, se presenta como una amante entregada, que dio al exjefe del Estado español la vida "hogareña" a la que no estaba acostumbrado y que finalmente fue engañada por él: "La persona que dice amar a tus hijos y que eres el amor de su vida te involucra en una investigación criminal", afirma en la producción. Se refiere a la investigación por blanqueo agravado que le abrió el fiscal suizo Yves Bertossa por recibir en una cuenta suya en Bahamas 65 millones de euros del emérito procedentes de la donación que a éste le hizo a su vez el rey saudí Abdul Azuz Al Saud, como determinó la Fiscalía española en la investigación alrededor de la fortuna de Juan Carlos I en el extranjero que, igual que la helvética, acabó archivada por su inviolabilidad.

Precisamente en las próximas semanas la Justicia británica celebrará la vista para decidir si la condición de exjefe del Estado y miembro de la Familia Real protege al padre de Felipe VI en la demanda que Larsen presentó contra él por supuesto acoso y hostigamiento cuando acabaron su relación amorosa, a la vuelta del viaje de caza a Botswana en el que Juan Carlos I se rompió la cadera.

En el documental, la ex pareja extramatrimonial de Don Juan Carlos insiste en los hechos que presentó en su demanda, en la que afirmó que el emérito envió al mismo exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, para amenazarla y que tanto ella como sus hijos fueron objeto de seguimientos y su domicilio fue registrado. "Me despierto de madrugada y siento que hay alguien de pie junto a mi cama, en mi propia habitación. Si no obedeces estas instrucciones, podrías morir como la princesa Diana", afirma en el documental que vivió.

En éste, relata cómo conoció al emérito en una cacería en la Finca La Garganta, de Ciudad Real y posteriormente comenzaron una relación en la que él trató a sus hijos como si fueran suyos. Describe fines de semana "hogareños" en una finca de El Pardo próxima al palacio de La Zarzuela, donde afirma que vivían una relación de pareja estable. La mujer afirma que él la llamaba hasta 10 veces al día con un seudónimo aunque "cuando mis asistentes descolgaban el teléfono todas sabían que era el Rey de España".

La empresaria afirma en la producción con tono dramático de Project Brazen que posteriormente la relación se tornó "tóxica" y ella descubrió que no sólo tenía una relación paralela, la suya, sino cuatro más. "Era conocido como uno de los mayores seductores de la nobleza". "Hay algo perturbador en él y algo bastante despiadado. Creo que es pura supervivencia", afirma.

Vista en Londres

En un primer momento, el pasado marzo, el juez Mathew Nicklin del Tribunal Superior de Londres consideró que la inmunidad que protegía a Juan Carlos I como jefe de Estado antes de su abdicación no podía evitar que fuera investigado en Londres por hechos de su ámbito privado.

Posteriormente, en julio de 2022, el juez Nicholas Underhill del Tribunal de Apelaciones de Londres admitió el recurso presentado por la defensa del emérito y le dio permiso para recurrir el fallo del juez Nicklin. Ahora, la Justicia británica tendrá que pronunciarse sobre el alcance de la inmunidad del rey emérito y si puede ser investigado finalmente por acoso y hostigamiento durante los años previos a su abdicación y los posteriores.

Su defensa sostiene que sí porque es miembro de la Familia Real y los abogados de Larsen que no tras su abdicación y argumenta que no tiene relación con su familia y vive en Emiratos Árabes.

El pasado septiembre, la Casa Real británica invitó a Juan Carlos I personalmente, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores británico, al funeral de la reina Isabel II, lo que le beneficia en su defensa frente a la demanda de Corinna Larsen ante la Justicia británica. La invitación contradice las razones de los jueces que le deniegan la inmunidad más allá de su abdicación porque consideran que no forma parte de la casa de Felipe VI ni le apoya "en su trabajo".