La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha agradecido el servicio prestado estos casi tres años en la Mesa del Congreso al diputado y secretario cuarto Adolfo Suárez Illana, que recientemente ha anunciado su salida de la política y su renuncia al escaño por el Partido Popular (PP). Batet, de manera previa a efectuarse la votación de enmiendas a la totalidad a la proposición de ley para derogar el delito de sedición, a querido dedicarle un momento. Lo que ha conllevado la ovación de todo el pleno.

"Adolfo Suarez Illana merece una despedida. En realidad esta cámara se merece despedir a un político y a un parlamentario como Adolfo Suárez. Algunos de ustedes lo han hecho desde la tribuna consumiendo su tiempo y utilizando su libertad de expresión para reconocer a un compañero de escaño. Aun siendo de otro partido político", ha empezado ha explicar la presidenta de la cámara y diputada socialista.

"Si me permiten esta presidenta lo hace ahora. La educación y el trato exquisito, la manera de entender la política para crear concordia y generar convivencia y su sentido de la institucionalidad son los elementos de un estilo propio. Construido durante muchos años, que yo llamaría el estilo Suárez", ha dicho Batet agradeciendo el "haber podido compartir el gobierno de esta cámara contigo".

Suárez Illana, en todo momento, ha permanecido atento escuchando a la presidenta, y conforme iba avanzando el discurso la emoción ha ido aflorando hasta el punto de no poder contener las lágrimas. Aunque lo ha intentado. Posteriormente, el popular se ha levantado y ha abrazado a la catalana mientras el conjunto del pleno aplaudía la acción.

Tras ello, Batet ha dado inicio a la votación de las enmiendas a la totalidad sobre el remplazo del delito de sedición por otro de desórdenes públicos agravados. La mayoría del Congreso, con 186 votos en contra de los socios del Gobierno, ha tumbado las enmiendas de la oposición, superando éste así el segundo trámite parlamentario. Quedan por delante la proposición de enmiendas parciales en comisión y el debate de aprobación del cambio. Lo más escabroso que puede producirse, es que ERC planté cambios en cuanto al delito de malversación.