El fin de semana fue el último caso. Un joven de 21 años agredía con un arma blanca a cuatro personas, hiriendo de gravedad a una de ellas. Los hechos sucedieron en Vitoria, de nuevo a la salida de una discoteca y de madrugada. La secuencia se ha repetido en los últimos meses en demasiadas ocasiones en Euskadi, tanto que ha elevado la preocupación e inquietud de las autoridades. Para hacer frente a este repunte de armas blancas en determinados ámbitos, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu quiere instalar detectores de metales en discotecas y determinados lugares de ocio.  

Por el momento la pretensión del Gobierno vasco está sobre la mesa y en busca de un encaje legal que le permita llevar a cabo la medida y determinar los distintos niveles de responsabilidad en la ‘guerra al navajero’ que está dispuesto a emprender. La consejería de Seguridad ya tiene elaborado un Plan de Acción contra el Uso de armas blancas y otros objetos peligrosos”.

En él se incluyen una batería de medidas que además de los sistemas de detección de metales y también abarcarían la posibilidad de llevar a cabo cacheos en los accesos a determinados contextos de ocio y el endurecimiento de las sanciones por portar algún tipo de arma blanca prohibida.

650 delitos con navaja el año pasado

Sólo el año pasado La Ertzaintza registró en el País Vasco 650 delitos por arma blanca, en la mayoría de los casos para la comisión de robos con intimidación y en 150 para emplearlas en agresiones en las que se produjeron lesiones. Sólo el año pasado la policía vasca se incautó de 1.070 armas blancas.

Uno de los episodios más graves se registró la pasada Navidad en San Sebastián, cuando de madrugada una pelea entre dos grupos de jóvenes derivó en una agresión mortal a un joven. La agresión fue presuntamente cometida por un hombre con antecedentes penales por agresión y que contaba con una pulsera de seguimiento. Fue detenido poco después e ingresó en prisión.

El Ejecutivo vasco ha reconocido que trabaja actualmente para contemplar “seriamente” la instalación de estos sistemas de detección de metales en los accesos a discotecas y otros lugares de ocio. Se trata de una cuestión que ha estado sobre la mesa en más de una ocasión pero a la que ahora se le intenta dar encaje legal para ponerla en marcha.

El patrón fiesta, discoteca y fin de semana es la principal inquietud de la Ertzaintza y las policías municipales. En el plan de actuación que se está diseñando el eje radica en una plena colaboración entre la policía autonómica, las policías municipales y el sector de hostelería, que debería ser en encargado de llevar a cabo estas medidas. Desde la Ertzaintza ya han advertido que la puesta en marcha de un plan de este tipo requeriría de una gran número de agentes y que con las plantillas actuales sería complicado poder llevarlo a cabo.

Encaje de competencias

Por el momento se trata de un borrador en el que se sigue trabajando para estudiar las posibilidades que permite el marco legal actual pero que se quiere resolver a la mayor brevedad: “Tenemos que analizar cuáles pueden ser las competencias de cada institución en esta materia y si cabe la opción de que el Gobierno vasco fije obligaciones”.

El Ejecutivo viene insistiendo en que se trata de una cuestión con gran repercusión social que no deja de crecer y a la que se debe poner freno. Subraya que es responsabilidad de los organismos públicos pero también de los privados directamente implicados avanzar en la materia.  

El consejero de Seguridad del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, aseguró durante su última comparecencia en el Parlamento Vasco que detrás de la aparición “de manera injustificada” de cada vez un mayor número de armas blancas en los entornos de algunas discotecas vascas se esconde “un tema cultural” más habituado a portar este tipo de navajas.