Es un problema que inquieta a empresarios y gobiernos y que en Euskadi se agrava de año en año. La baja natalidad comienza a resentir el modelo social, el sistema sanitario y la demanda de profesionales en algunos ámbitos. Por ello, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu viene priorizando a lo largo de esta legislatura su política de apoyo a la familia y a la natalidad en forma de ayudas económicas, medidas sociales y el refuerzo de los modelos de conciliación. Sin embargo, en este último aspecto la situación del tejido empresarial vasco se encuentra con un desarrollo insuficiente. Por ello, el Gobierno vasco pondrá en marcha una investigación para conocer cuál es la realidad de las políticas de conciliación que se aplica en las empresas del País Vasco.

La radiografía de situación, que pretende aplicar con un modelo “de rigor científico”, según consta en la convocatoria del contrato para llevarlo a cabo, permitirá elaborar un ‘mapa’ de situación por sectores empresariales y contextos económicos en relación a las posibilidades que se ofrece en las empresas y demanda de conciliación entre los trabajadores que se da en cada caso.

En el País Vasco hace más de dos décadas que se pusieron en marcha distintos planes de conciliación. Actualmente está en vigor el cuarto plan. Entre las medidas que están aprobadas y a las que tendrían derecho a acogerse los trabajadores para conciliar su vida familiar y personal con la laboral destacan los permisos retribuidos para el cuidado de hijos, las 16 semanas por paternidad o maternidad, los permisos por lactancia o por riesgo en un embarazo. También están contempladas las reducciones de jornada para el cuidado de niños menores de 12 años, la posibilidad de acogerse a excedencias para el cuidado de niños menores de tres años o el cuidado de familiares gravemente enfermos o fórmulas como el derecho al teletrabajo.    

La mitad de los convenios, sin conciliación

Sin embargo, pese a que la legislación recoge todo este tipo de ayudas y derechos, la realidad en el entramado empresarial no siempre las facilita o las reconoce. En el último informe del Consejo Vasco de Relaciones laborales, publicado en 2020, señalaba que sólo el 47% de las empresas con convenios aprobados recogían en ellos medidas de conciliación. Ahora, se quiere llevar adelante un profundo análisis y prospección de cuál es la realidad de la conciliación en el País Vasco. Una cuestión que se considera muy importante dentro de las políticas de apoyo a la natalidad y las familias, aspecto que no termina de remontar en los últimos años según los datos demográficos.

El objetivo es mejorar ese porcentaje de empresas que aplican de modo real y reconocido medidas que favorezcan la conciliación a sus trabajadores. El Gobierno quiere analizar todas las publicaciones científicas que sobre esta materia se vengan publicando tanto a nivel nacional como internacional con el fin de conocer los últimos avances para inspirar las políticas de mejora a implementar. Está previsto que cuatrimestralmente se hagan públicas las conclusiones de ese análisis documental.

Junto a ello se pondrá en marcha una investigación que permita analizar cómo se están aplicando las políticas de conciliación y con ello establecer ‘un mapa de realidades’ en las empresas vascas. En ese diagnóstico se deberá incluir la percepción subjetiva de los trabajadores respecto a las necesidades de conciliación que detectan y la adaptación de ellas de las medidas existentes.

Acreditar la conciliación

El objetivo último es que con toda la información y documentación recabada se pueda diseñar una herramienta útil para las empresas y trabajadores en relación a las posibilidades de conciliación a las que se podrían acoger y cómo las organizaciones empresariales pueden acogerse a ellas de acuerdo a su estructura y circunstancia.

El IV Plan Interinstitucional de Apoyo a las Familias contempla cómo una de las medidas el impulso al desarrollo de los planes de conciliación. En este aspecto se llega a señalar que se deberá reconocer el papel de las empresas líderes y referentes en este ámbito mediante un sistema de “premios”. El Gobierno vasco contempla la creación de un sistema de acreditación y certificación para las empresas que cumplan determinados niveles de cumplimiento en sus políticas de conciliación laboral.

Hacer frente a este objetivo “con datos contrastados, basados en evidencias científicas” y que permitan influir positivamente en el diseño de nuevas políticas, es el objetivo de la investigación que ahora se pone en marcha.