Yolanda Díaz participará este sábado en Barcelona en un mitin de precampaña junto a la candidata a la reelección, Ada Colau. Se trata del primer acto electoral de la vicepresidenta segunda de cara a los comicios locales y autonómicos del 28 de mayo. El equipo de Díaz está cerrando el calendario de actos en los que se implicará, aunque todavía no hay respuesta a la petición, a modo de órdago, que Podemos le presentó hace un mes para que apoye a los candidatos de Unidas Podemos en plazas como Madrid y Valencia, donde las listas moradas compiten con Más Madrid y Compromís, respectivamente.

De hecho, fuentes de Podemos aseguran no tener noticia sobre los planes de Díaz, aunque asumen que la también ministra de Trabajo "sólo irá a los sitios donde hay unidad" entre las formaciones de la izquierda como es el caso de Cataluña. Otra cosa son los territorios antes mencionados, donde la izquierda a la izquierda del PSOE acude dividida y un conjunto de formaciones de ese espacio ideológico escenificó su apoyo a Díaz en el acto del pasado día 2 en Magariños ante la ausencia clamorosa de los morados.

Irene Montero también estará este sábado en Barcelona, en su caso, apra presentar un libro

Curiosamente, este sábado también estará en Barcelona la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien en plena resaca de su derrota parlamentaria por la reforma de la ley del "sólo sí es sí", participará en la presentación del libro "Romper en caso de emergencia. Manual para víctimas y supervivientes de violencia de género" de la abogada Carla Vall i Duran. No está previsto que Díaz y Montero se crucen en ningún momento.

En todo caso, y tras el mal sabor de boca que dejó en Unidas Podemos la intervención de Yolanda Díaz en el programa de Jordi Évole, donde además de la "ensalada de hostias" (Pablo Iglesias, dixit) llegó a sugerir que votaría para la Comunidad de Madrid a Mónica García y no a la candidata de UP, Alejandra Jacinto, quiso cerrar esa brecha acudiendo ayer al Congreso casi recién aterrizada de Nueva York y tras pedir el voto telemático.

En todo caso, matizan en su entorno que su presencia en el Parlamento, no constituía tanto un apoyo explícito a Irene Montero en su lucha por parar la reforma de la ley de garantía integral de la libertad sexual, como evitar que se interpretara justo lo contrario, esto es, que volvía a ponerse de perfil.