MásMóvil se enfrenta a la operación más importante de su historia. Si Bruselas lo permite se fusionará con Orange para dar lugar a la mayor empresa de telecomunicaciones por número de clientes. Por eso, la compañía lleva meses cuidando todos los detalles para que la creación de la joint venture llegue a buen puerto y, sobre todo, sin sobresaltos.

Uno de los aspectos que más preocupa a todas las compañías es la de la información que manejan los altos directivos. Y para que no haya filtraciones sobre la operación MásMóvil ha redoblado los controles de ciberseguridad en los dispositivos de trabajadores y de altos directivos. Según explican fuentes del sector de las telecomunicaciones, la compañía ha contratado los servicios de MTD (por sus siglas en inglés, Mobile Threat Detection), es una protección de seguridad sofisticada y dinámica contra amenazas cibernéticas dirigidas a dispositivos móviles. Con la tecnología de MTD, la protección se incorpora a los gadgets, las redes y las aplicaciones.

El MTD debe contemplar todos los ataques posibles diseñados para dispositivos móviles. Así, estas herramientas los escanean para encontrar malware, ataques de día cero o conexión a dominios sospechosos. En casos como estos últimos, podrían incluso bloquear las descargas de archivos.

También, avisan sobre posibles suplantaciones de identidad o phishing. Las herramientas pueden bloquear el acceso a las páginas ya catalogadas como de phishing móvil o alertar de su acceso. Los ataques de red, debido a que nos hemos conectado a una wifi no segura, también son otra de las especialidades de los MTD. Además, la tecnología sirve para prevenir cualquier tipo de riesgo.

La importancia para MásMóvil de la implementación de la herramienta en los dispositivos móviles es primordial puesto que desde las altas esferas de la operadora consideran que “no se puede dejar ni un pequeño hueco a que se filtre información confidencial de la operación con Orange”, apuntan fuentes conocedoras. Más aún cuando la Comisión Europea estudia con detalle las posibles contraprestaciones que tendría en el mercado español la creación de un nuevo gigante de las telecomunicaciones en nuestro país.

Otras voces del sector remarcan, en conversación con este periódico, que la implementación del MTD en los teléfonos, ordenadores y tablets de altos directivos de la compañía se realiza para “vigilar los movimientos de los dispositivos y poder actuar en consecuencia de posibles fuga de información”. No solo de forma involuntaria, las grandes empresas cuando se producen este tipo de operaciones “quieren ser muy cuidadosas” y se “vigilan a los empleados que manejen información sensible” que puedan “ofrecer datos de real importancia a la competencia o a otros agentes interesados”, afirman.

Cabe recordar en este sentido que hace dos años, MásMóvil fue víctima de un ciberataque. El colectivo de delincuentes que operan un ransomware conocido como REvil reivindicó en su página en la dark web el robo de varias bases de datos de MásMóvil. Durante varias horas el equipo de seguridad trabajó para poder recuperar los datos y aseveró después que “los servidores hackeados no eran de relevancia”.

Las empresas de telecomunicaciones son una de las protagonistas de las amenazas cibernéticas por el riesgo que representan los diferentes sistemas operativos y el hecho de que requiere de una infraestructura de protección mucho más amplia. En 2022 España fue el tercer país a nivel mundial con más ciberataques, según un estudio de Deloitte. Los sectores más afectados en materia de ciberseguridad son el sector de seguros, el sector TMT (telecomunicaciones, medios de comunicación y tecnología) y los sectores de fabricación, banca y administración pública.

A la espera de Bruselas

Mientras tanto Orange como MásMóvil mantienen su actividad por separado y sus estrategias diferentes hasta que Bruselas valide o no la creación de la nueva compañía de telecomunicaciones ambas consideran que las condiciones que debe imponer la Comisión Europea a la hora de dar el plácet deben ser mínimas o ninguna.

Las fuentes de ambas operadoras consultadas por este periódico insisten en que “no tiene sentido imponer remedies” cuando “hay empresas de telecomunicaciones que están creciendo de manera exponencial en el mercado nacional”. Y tanto Orange como MásMóvil ponen en la lupa a Digi. La empresa rumana continúa robando clientes a las gigantes del sector y es la compañía que más crece en Europa.

No obstante, son muy pocas las operaciones que entrando en fase 2, de análisis exhaustivo y en la que se encuentra en la actualidad la de Orange y MásMóvil, se quedan finalmente sin este tipo de condicionantes, pese a la gran presión que está ejerciendo el sector ante la Comisión Europea en esta nueva sociedad.