Euforia es la palabra que mejor define el estado de ánimo del primer partido de la oposición tras su triunfo incontestable este 28-M. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha reunido a su máximo órgano entre congresos, la Junta Directiva Nacional, que agrupa, entre otros, a todos sus barones territoriales y futuros alcaldes. El balance de Feijóo no ha sido más que optimista. "Pedí subir en votos, más alcaldías, ampliar el respaldo en las comunidades y devolver el orgullo al PP como primera fuerza y, a la vista de tsunami ocurrido, todo parece indicar que vamos a tener el gobierno de España".

Este domingo ha sido para el presidente del PP "expresión del deseo de cambio" de los ciudadanos. "Ahora toca el siguiente paso, el definitivo y tenemos la suerte de que sólo faltan 54 días para conseguirlo", ha agregado en alusión a la convocatoria electoral del próximo 23 de julio. Así, tras afirmar que los comicios locales y autonómicos "le han ahorrado a la nación cinco meses de sanchismo", será responsabilidad del PP "terminar con su etapa como presidente, dar carpetazo a un gobierno al que sobran ministros y falta dignidad".

Abre las puertas del PP al voto de Ciudadanos

Para afrontar esta empresa ha querido agradecer a Ciudadanos, en caso de confirmarse su decisión de no concurrir a las elecciones, "el ejercicio de madurez y de responsabilidad en nombre de la España que quiere el cambio". La formación naranja, en plena reunión de autoinmolación, "ha entendido el mensaje. No se puede dejar que unos pocos votos se pierdan y no se traduzcan en escaños". Esta es, ha proseguido Feijóo, "la oportunidad histórica de concentrar todos los esfuerzos en el PP como herramienta útil para ganar a Sánchez. Le digo a todos los votantes de Ciudadanos que esta casa reformista es su casa, su casa para siempre".

"España ha hablado claro pero no lo hemos derogado todavía. El sanchismo sólo tiene una oportunidad, que nos cansemos y que nos confiemos", ha agregado en otro momento de su discurso en la confianza de mantener a su partido engrasado hasta el 23 de julio. El cambio que, a su juicio, reclama el país "no consiste solo en llegar al gobierno de cualquier manera y a cualquier precio. Nos exige recuperar la buena política, frente a la frívola, engañosa y divisiva, por una serena, de palabra y que una a la sociedad". Este 28-M, los votantes "han censurado el caos y nos piden gobiernos fuertes y responsables".

Ofrece los votos del PP para evitar que Bildu asuma cualquier posibilidad de gobierno

Ha sido en este punto cuando ha hecho un paréntesis para ofrecer su apoyo a los socialistas del País Vasco y de Navarra y no depender de Bildu. "Pongo desde ya los votos de mi partido para retirar a Bildu cualquier posibilidad de gobierno", en ambas comunidades y no pocas alcaldías, al tiempo que ha subrayado su intención de configurar "un gobierno sólido para decirle 'no' a quien a todo le ha dicho que 'sí'", en alusión a Pedro Sánchez. "El reto de frenarlos lo asumo desde ya", ha insistido.

Ha hablado de la "volatibilidad, desmembramiento y desgobernanza" de la etapa de Sánchez en Moncloa, de modo que "España necesita pasar página cuanto antes". Para ello ha proclamado sus "ganas de ganar y ganas de gobernar, de ayudar a mi partido y recuperar la mejor política". "Vine a unir a mi partido y también a los españoles. Es mi deber, vocación y propósito". El esfuerzo "es descomunal -ha agregado- pero el sanchismo terminará en 54 días. Sánchez quiere que los españoles elijan entre urnas o vacaciones, pero la elección es entre Sánchez y España y la mayoría de los españoles elegirá España".

El líder del PP ha arrancado su intervención agradeciendo el papel desarrollado por su barones y candidatos autonómicos sin dejar de citar a ninguno, incluidos aquellos que no han podido ganar a sus adversarios socialistas. Así, tras calificar de "éxito rotundo e incontestable" los resultados del 28-M, ha empezado por felicitar a los candidatos autonómicos que han alcanzado la mayoría absoluta, que es el caso de Isabel Díaz Ayuso (Madrid), Gonzalo Capellán (La Rioja) y Juan José Imbroda (Melilla).

También a los que han revalidado su cargo como Fernando López Miras (Murcia) o Juan José Vivas (Ceuta) y a los "presidentes" Carlos Mazón (Valencia), Jorge Azcón (Aragón), Marga Prohems (Baleares), María José Sáenz de Buruaga (Cantabria) y María Guardiola (Extremadura). "¡Qué bien suena?", ha confesado Feijóo entre aplausos de los suyos. Además, ha puesto en valor "la mejoría excepcional y el esfuerzo" de Paco Núñez (Castilla-La Mancha) y de Diego Canga (Asturias). "Ambos han hecho que dos de los barones socialistas más consolidados tuvieran que sudar hasta el último momento, con photo finisf, pero vamos a gobernar en la mayoría de las ciudades y diputaciones de esas comunidades". También ha poderado el papel de Manuel Domínguez (Canarias) y Javier García (Navarra) y subrayado el crecimiento en el País Vasco así como en Cataluña.

"Hemos tenido una alegría muy significativa con la mayoría absoluta de Xavi García Albiol (Badalona) y Manuel Reyes, por uno, en Casteldelfells. En Castilla y León hemos crecido con capitales de provincia y en Galicia "donde más subido el PP". En definitiva, "el crecimiento de nuestro partido es general y generalizado. Resultado de muchos esfuerzos colectivos".

"Pedí una oportunidad, no un cheque en blanco y nos lo han dado, tenemos que estar a la altura de las expectativas". "Os convoco a trabajar por un cambio y me pongo a vuestra disposición para hacerlo posible como candidato. Albergo una enorme esperanza porque creo en nuestras posibilidades, sobre todo en las de nuestro país. Merecemos algo mejor, mucho mejor. Nadie volverá a llevarnos a ninguna trinchera. La mayoría sabe que España no puede seguir mucho tiempo por el mismo camino, hasta el propio Sánchez lo sabe, aunque no lo verbalice", ha sentenciado.