Mucho se ha especulado en algunos medios con una hipotética salida internacional del presidente del Gobierno en caso de que no lograra un segundo mandato. Con las elecciones generales convocadas a la vuelta de la esquina, el 23 de julio, la más obvia era esta: alcanzar la secretaría general de la OTAN, dado que el actual jefe de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, concluye en octubre su mandato, que de hecho ya fue prorrogado en 2022 por un año. Pedro Sánchez insiste en que no, en que no aspira a suceder al político noruego.

"Ya les puedo decir que no, que no", subrayó tajante el jefe del Ejecutivo cuando los periodistas le preguntaron este lunes si querría asumir el mando de la OTAN. Fue en el transcurso de la rueda de prensa en la Moncloa que mantuvo tras su reunión con el primer ministro de Suecia, el liberal conservador Ulf Kristersson.

Esa supuesta aspiración a la secretaría general de la OTAN es "otro de los bulos que han corrido" en las últimas semanas, señaló. "Me temo que los medios que han vertido horas de tertulia, de radio y páginas de periódicos diciendo que es así... Dicen que quiero ser el secretario general de la OTAN porque quieren justificar que yo he adelantado las elecciones porque me estoy buscando una salida personal, porque solamente pienso en mí y no en la sociedad española, y esto es la alternativa. Todo es un bulo. Desgraciadamente, estos medios de comunicación no van a utilizar el mismo espacio para desmentir este bulo, pero yo rechazo ese bulo, esa desinformación".

El presidente no aclara si asistirá él mismo a las cumbres de la OTAN y de la UE-CELAC, pero insiste en que la presidencia española no corre peligro alguno

Sánchez se apoyó en este hecho para llevar el debate a su terreno. Esto prueba, dijo, la "importancia de que la democracia se defienda ante los bulos, de las fake [news]", y por eso es capital, subrayó, que los españoles acudan a las urnas con "toda la información disponible, no con mentiras, no con descalificaciones, bulos e insultos, sino con información, datos y argumentos". Es lo que "exige" el momento político y lo que demanda al resto de partidos y, singularmente, al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Le sirvió la pregunta de la prensa sueca para defender así su reto al jefe de los populares: un cara a cara semanal, hasta un total de seis, antes de las elecciones del 23-J.

El presidente fue preguntado si acudirá, precisamente, a la cumbre de la OTAN del 11 y 12 de julio en Vilna (Lituania), y a la de la UE-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) del 17 y 18 de julio, ambas en plena campaña del 23-J. No aclaró si él mismo asistirá. Se limitó a expresar que la reunión que afecta a la presidencia española de la UE es la segunda, que España precisamente propuso, y que el resto de comparecencias previstas se celebrarán a partir de septiembre, una vez se hayan celebrado los comicios. De hecho, el Gobierno ya aplazó la comparecencia que Sánchez tenía programada en Estrasburgo el 13 de julio. Los objetivos del semestre español están "definidos" ya, son "compartidos" con el resto de Estados miembros. "No hay ningún riesgo de que no se puedan cumplir los objetivos marcados", subrayó, y de hecho ha habido otros países que han celebrado comicios durante sus respectivas presidencias de la Unión y "no ha ocurrido nada".

En la cumbre de Vilna podría elegirse al sucesor de Stoltenberg, pero el nombramiento podría aplazarse. Sánchez, en todo caso, y según sus palabras, no está en la carrera. Al menos por ahora.