La Ertzaintza investiga dos intentos de sabotaje en contra del paso del Tour por el País Vasco. El primero de ellos, que la Ertzaintza logró evitar, se produjo durante la primera etapa el pasado sábado día 1. El recorrido con el que comenzó el Tour desde Bilbao tenía previsto su paso por el Alto de Morga, donde horas antes un grupo de jóvenes tenía previsto encadenarse para parar la carrera. Su pretensión pudo evitarse horas antes de que pasara la carrera al ser interceptados por la Policía Autonómica vasca. Se identificó a once jóvenes y por ahora se investiga todas las cincunsstancias de este intento de sabotaje.

Al día siguiente, en la segunda etapa que tuvo lugar ayer entre Vitoria y san Sebastián, varios directores de los equipos participantes en la carrera denunciaron la aparición de chinchetas en la carretera al paso por la localidad guipuzcoana de Oyarzun. Las chinchetas provocaron pinchazos a varios de los corredores.

A los jóvenes identificados e investigados se les podría acusar de un delito de desórdenes públicos en grado de tentativa.

El apoyo al Tour en el País Vasco ha sido masivo, con etapas en las que la presencia de público ha sido mayoritaria. Incluso entre las principales formaciones políticas se ha manifestado el respaldo a la presencia de la prueba, si bien en algunos casos se ha aprovechado su presencia para impulsar reivindicaciones de carácter soberanista.

Tan sólo ha trascendido el rechazo al Tour en el País Vasco de uno de los movimientos críticos de la izquierda abertzale, Jarki. Así, esta organización se ha posicionado en contra de la presencia del Tour en el País Vasco. Consideran que es un ejemplo de "la dominación" que los estados español y francés quieren ejercer "sobre Euskal Herria" en un intento de "asimilación" del Pueblo vasco. Critican además que pruebas como estas sólo suponen un impulso a la "turistificación".