Vox ya ha puesto negro sobre blanco a sus propuestas electorales tras la publicación de su programa político. La formación de Santiago Abascal, no obstante, ha dado exclusiva relevancia a la parte económica del mismo, convocando una rueda de prensa en la primera jornada de la campaña en la sede nacional de Bambú, en Madrid. Vox tenía claro su objetivo, resaltar el plano económico frente a una campaña de marcado caracter ideológico. Mitin tras mitin en la precampaña lo ha dejado claro el propio Abascal enarbolando, entre otras, banderas clásicas como el rechazo al multiculturalismo, la inmigración ilegal y la masiva. La ha ligado esta semana a los disturbios franceses por la muerte de un joven disparado por un agente. No es casualidad que El Ejido, en Almería, haya sido el lugar escogido para el arranque, ayer. [A continuación se expone el programa completo, enviado a posteriori de la presentación del programa económico].

Los encargados de dar las pinceladas del programa han sido dos de los altos cargos del partido, el vicepresidente primero y de Acción Política, Jorge Buxadé, y el portavoz en el Congreso de los Diputados Iván Espinosa de los Monteros. Ambos, máximos representantes de la corriente más ultra del partido, que empieza a coger fuerza, y la más liberal y próxima a los mercados, respectivamente. Frente a ellos, la sala de prensa nacional de la sede de Bambú, el cuartel general de Vox, salvo la presencia de Abascal, que hoy estará de mitin en Valladolid, la puesta en escena sí ha contado con la asistencia de los principales rostros, caso del vicepresidente segundo Javier Ortega Smith, el secretario general Ignacio Garriga, la vicesecretaria de Organización María Ruiz o la líder en Madrid Rocío Monasterio, entre otros.

Buxadé ha detallado que la propuesta económica de Vox no nace "de estas elecciones", sino que se trata "del diagnóstico de años" y "de las propuestas" del partido en los numerosos parlamentos de los que forma y ha formado parte previamente. "Huimos del continuismo, no se trata de subir o bajar porcentajes en impuestos, se trata de poner fin a la asfixia" fiscal. "Proponemos la mayor reforma de la historia, vertebrada" en aspectos como "la creación de la riqueza", ha comenzado su intervención el 'dos' de Vox. A partir de ahí, ha desglosado alguna de las medidas que quieren fomentar los de Abascal de llegar al poder.

Destacan, entro otras, "la supresión de impuestos que no gravan la renta efectiva de los españoles o generan una doble tributación inaceptable", como los gravámenes a sucesiones y donaciones, sobre el patrimonio, y otros a nivel municipal que no se han detallado. A ello, se ha añadido la "eliminación de impuestos verdes" de imposición "ideológica"; la rebaja generalizada del IRPF y tender a una evolución que deje el impuesto en dos tipos únicos (15%-25%) con el límite en menos o más de 70.000 euros [los que tributen por debajo y tengan dos hijos estarán exentos". En esa línea, se sugiere como deducciones en el IRPF los costes de la vivienda o el cuidado de los hijos; y se aboga por incentivos al empleo como una bonificación total de las cotizaciones en el primer año para contratos indefinidos, y la mitad en el segundo año.

Destaca la propuesta de IVA cero para los productos y bienes de primera necesidad [sobre el papel, y a diferencia de las palabras de Buxadé, se habla de "bajada radical del IVA" en esos productos] como la cesta de la compra, los medicamentes y otros elementos "imprescindibles para las familias", ha remarcado Buxadé. Se incluye como bien de primera necesidad la adquisición de una vivienda, para lo que no se ciñe exclusivamente a una primera compra. También se ha mencionado el cese de financiación a "chiringuitos ideológicos", la creación de una oficina estratégica nacional "que vele por los intereses frente a las de implantación de la Agenda 2030" y la instauración de un ecosistema económico que luche contra el fraude y permita "la competencia entre empresas". Mención especial para las grandes tecnológicas, que deberán pagar por estar en España y por "cosechar datos muy valiosos permanentemente con cualquier actividad de los españoles". "Deberán contribuir a los gastos de sostenimiento", ha adelantado el vicepresidente de Vox.

Buxadé y Espinosa de los Monteros han retratado un panorama económico "en manos de fanáticos" después de más de tres años de Gobierno de coalición en el que "se impiden la explotación de recursos, se criminaliza a los agricultores y el resto de sectores vinculados al Mar Menor [con la ley de su protección nacida de la Asamblea de Murcia] o la desprotección" que deja la nueva ley de vivienda aprobada por PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu. Como perjuicio Buxadé ha sumado a "los procesos de inmigración descontrolada y fomentada, y la precarización a la que contribuyen".

Para Espinosa de los Monteros, se debe "desmontar todo el desastre de este Gobierno y lanzar a España sin complejos". El portavoz considera que en estos años el PSOE ha intentado "vender como éxito el mayor fracaso". "España es el país que menos ha crecido, no ha recuperado su PIB, ha sido el que más ha subido los impuestos y los problemas estructurales lejos de corregirse se han agravado". En Vox creen que "se ha profundizado en la dependencia energético con (...) la destrucción de presas o la auto prohibición de explotar recursos", y "se ha deteriorado la base de nuestro sistema de pensiones al romperse caja de la Seguridad Social". Vox avisa con una clara connotación de referencia al PP y de cara a futuras reformas conjuntas: "Echar a Sánchez no lo es todo".

De referéndum a derogar "leyes ideológicas"

El documento incluye buena parte de las medidas ya publicadas de cara al 10-N y citas electorales anteriores. Es el caso del interés en suprimir el actual sistema autonómico para centralizar el Estado. Ello, en pleno proceso de pactos con el PP que le ha dado entrada en las comunidades de Valencia y Extremadura, sumada ya Castilla y León, y poder en Baleares. Se ha complicado en Murcia. Eso requeriría una reforma constitucional. Se pide explícitamente con el artículo 92 del texto. El objetivo es el de permitir consultas nacionales sobre grandes temas. A través de ello, Abascal quiere que los españoles se pronuncien en referéndum sobre las leyes "de género" e "ideológicas".

Entre ellas están la ley del cambio climático, la Trans [se prohibirá la hormonación y las operaciones quirúrgicas en menores], la del 'solo sí es sí', la de la eutanasia, la de Memoria Democrática y la ley del aborto. Respeto a esta última, se propone un modelo de protocolo similar al de Castilla y León [incluye escuchar el latido fetal] y despenalizar las concentraciones provida frente a clínicas de interrupción del embarazo.

Otra de las legislaciones que pretenden ser derogadas es la reforma laboral "de Yolanda Díaz" para su sustitución por "otra que atienda a los agentes sociales" de verdad. En relación a la unidad de España, se aluden a la creación de un nuevo "delito de traición". Algo que tiene lugar tras la derogación de la sedición y en un intento de reforzar el Código Penal snte desafíos como el independentista catalán. Se creará una ley de Memoria para las víctimas del terrorismo, pero se suprimirán el Ministerio de Igualdad y la ley de Violencia de Género. Ello incluye los juzgados especializados en estos casos. Se habla en cambio de implementar "medidas legislativas que combatan eficazmente la violencia doméstica y prevean la asistencia a las víctimas sin que ningún chiringuito ideológico usurpe los fondos destinados a ellas".

Al margen de garantizar "libertad" en la elección educativa o el uso del castellano, en Educación Vox remarca que quiere asegurar "el conocimiento previo y aceptación de los padres de cualquier contenido afectivo-sexual o ideológico que puedan recibir sus hijos en el aula".

Y en ese intento de enmarcar dentro del debate la inmigración como un problema nacional, el programa recoge que "cualquier inmigrante que llegué ilegalmente nunca podrá regularizar su situación en España". Es más, se aboga por un "bloqueo naval" que evite "la llegada masiva de inmigrantes ilegales". Se justifica por el interés en evitar "los tragicos naufragios de embarcaciones lanzadas al Mediterráneo". Vox culpabiliza "las políticas de puertas abiertas" y se compromete a devoluciones "inmediatas".