Esta vez se han repasado bien las candidaturas. Ni rastro de condenados por pertenencia a ETA. Si el 28-M las listas de EH Bildu marcaron el inicio de campaña, el 23-J también ha estado salpicado por uno de sus presos más significados: Javier García Gaztelu, ‘Txapote’. El lema que desde algunos sectores de la derecha ha sido empleado para arremeter contra Pedro Sánchez y que ha sido rechazado por algunas asociaciones de víctimas del terrorismo, ha obligado a la izquierda abertzale a posicionarse. Lo ha hecho para asegurar que considera “indigno” que se utilice el lema ‘Que te vote ‘Txapote’ para ir contra el Gobierno y para reclamar que se respete a las víctimas del terrorismo.

Ha sucedido en la campaña ‘oficial’. Sin embargo, de modo paralelo, la izquierda abertzale impulsa a través de sus distintos movimientos otra campaña en la que los presos de ETA y su apoyo ha estado muy presente. Frente a las manifestaciones de “indignidad” a las que se refirió la portavoz de la coalición, Mertxe Aizpurua, y en las que aseguraba que no harían nada que incrementara el dolor de las víctimas, EH Bildu ha guardado silencio ante las numerosas denuncias que las asociaciones de víctimas están realizando estos días. Denuncias por la presencia y celebración de actos y manifestaciones de apoyo a presos de la banda terrorista en numerosos municipios vascos en forma de brindis y comidas populares, chupinazos y pancartas y pintadas en su recuerdo.

Antes del inicio de la campaña y durante la misma en muchos festejos que se vienen celebrando en Euskadi y Navarra se han incluido actos populares de recuerdo a presos de ETA encarcelados o fallecidos. Ocurrió antes y durante los Sanfermines y ha seguido sucediendo en fiestas como las de El Carmen de San Sebastián, en las fiestas del barrio de Santutxu de Bilbao o en el inicio de las fiestas de la localidad de Alegia, en Gipuzkoa, entre otras.

En los últimos días la Ertzaintza ha tenido que intervenir para retirar carteles de apoyo a presos de ETA colgadas en la capital guipuzcoana o para retirar un mural en el que se había pintado una furgoneta de la Ertzaintza que ardía en llamas, recordando a alguno de los atentados más crueles protagonizados por la banda terrorista.

"Conseguiremos su vuelta a casa"

El pasado día 10, durante la primera semana de la campaña, en el barrio bilbaino de Santutxu de la capital vizcaína, se celebró un acto popular en el que se recordó a varios presos de ETA, entre ellos a Garikoitz Aspiazu, ‘Txeroki’, uno de los jefes de ETA. Durante los Sanfermines un acto de apoyo a los presos concluyó con el canto ‘Borrokalari kalera’ (Los luchadores a la calle) y en Alegia desde el balcón del ayuntamiento se dio inicio a las fiestas con un recuerdo afectuoso hacia los “presos políticos y refugiados y sus familias”.

A ello se suma la aparición, como es habitual durante el verano, de numerosas pancartas y carteles con referencia o la silueta de algunos de los presos para reclamar su vuelta a casa o rememorando su memoria. Expresiones de apoyo que proliferan en muchas localidades vascas y navarras coincidiendo con las fiestas estivales de estos días. Hechos ante los que EH Bildu no ha manifestado la "indignidad" que sí consideró que suponía el lema con referencias a ‘Txapote’ para arremeter contra el Gobierno de Sánchez.

Durante la campaña electoral la coalición que lidera Arnaldo Otegi ha evitado situar la cuestión de los presos entre sus argumentos de campaña. Tan sólo en uno de sus mítines, el celebrado en Durango, la representante de la coalición, Jasone Agirre, citó a los reclusos de la banda de la localidad para asegurar que “conseguiremos que vuelvan a casa” para acto seguido acusar al PNV de haberse “abrazos a los votos de los cuarteles” (en referencia al PP) para arrebatarles la alcaldía de este municipio vizcaíno.

Pocos días antes del inicio de la campaña electoral también se sucedieron los actos festivos en los que el recuerdo hacia los presos de ETA estuvo presente y en los que no hubo censura alguna por parte de la izquierda abertzale. Ocurrió en las fiestas de Errenteria, en las del barrio de Judimendi de Vitoria, en Escoriatza con un acto en apoyo a Soledad Iparragirre, ‘Anboto’, o en otros muchos municipios vascos.

Fuera del programa

En algunos casos las manifestaciones de apoyo al colectivo de presos - 154 continúan en prisión- han sido promovidas por organizaciones como Sare, de familiares de presos de ETA, y que aprovechan las fiestas locales para celebrar sus actos. Esta plataforma ya ha convocado movilizaciones coincidiendo con las fiestas de Vitoria. Las fiestas de las tres capitales vascas cuentan con manifestaciones en apoyo al entorno de los presos de ETA. Hace meses Sare modificó su petición de acercamiento por la de su ‘vuelta a casa’ tras haber culminado el traslado de los presos de la banda terrorista a prisiones del País Vasco y Navarra.

Además de este tipo de plataformas, movimientos críticos con la izquierda abertzale oficial que lidera Otegi también aprovechan estas fiestas para salir en apoyo al colectivo de presos de ETA. Los sectores de izquierda nacionalista más radical y que discrepan de Bildu vienen reclamando la amnistía para los presos de la organización terrorista.   

El discurso de campaña de EH Bildu ha evitado incluir referencias de este tipo, priorizando las reclamaciones de carácter social. El feminismo o la defensa de los derechos básicos como la vivienda, junto a la confrontación a las formaciones de derechas están centrando los ejes de campaña. Ni siquiera las apelaciones de carácter soberanista han adquirido un gran peso. Pese a que el carácter de formación independentista de izquierdas si es continuada, la propia portavoz de la coalición ha asegurado que su petición en clave soberanista sitúa como prioridad el cumplimiento del Estatuto de Gernika.

Una aspiración que acerca el mensaje de EH Bildu más a la posición pragmática del PNV que a la tradicional aspiración de la izquierda abertzale de ruptura con el Estado. El posible ‘sorpasso’ de Bildu al PNV en número de escaños en la Cámara Baja parece que podría producirse, según los sondeos. El incremento de apoyos de Bildu, que podría ganar un escaño y pasar de cinco a seis, se beneficiaría de la caída de votos que se pronostica al PNV, que podría perder uno de sus seis representantes. Otegi sumaría además otro representante más por Navarra.