El vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Vicente Guilarte ha asumido este miércoles la presidencia del órgano de gobierno de los jueces, aceptando hacerlo con "dedicación exclusiva" lo cual zanja el debate que venía produciéndose estas semanas sobre su incompatibilidad con la actividad privada. El hasta ahora presidente Rafael Mozo, que cumple hoy 72 años (edad máxima para estar en la judicatura), se jubila tras menos de un año de mandato.

El catedrático y abogado toma así el relevo al ser el vocal de mayor edad. El pleno del CGPJ decidió en pleno tras la dimisión de Carlos Lesmes que la lista corriera de esta forma, de manera que por edad era Guilarte el siguiente. En las últimas semanas existía la duda de si tomaría posesión porque el vocal no había aclarado si iba a dejar su bufete de abogados para estar unos meses al frente del Consejo.

Seis vocales habían registrado una petición para que se debatiera en el pleno el régimen de dedicación del vocal pero los vocales por unanimidad -y a instancias del propio Guilarte- han decidido que la función se ejerza de forma exclusiva. Según ha informado el órgano de gobierno de los jueces, el próximo martes 25 celebrarán un pleno extraordinario, ya con el nuevo presidente, para abordar la situación del CGPJ en la nueva etapa.

Guilarte nació en Bilbao en 1953 y ejerce la abogacía desde 1979. Fue catedrático de Derecho Civil de la Facultad de Derecho de Burgos y desde 1991 es catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Valladolid. Es miembro de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia de Valladolid, letrado-director de la Asesoría Jurídica del Colegio de Registradores de la Propiedad y miembro del Consejo Editorial de la Revista Abogados del Consejo General de la Abogacía.

El nuevo presidente fue designado por el PP en el Senado en diciembre de 2013 y forma parte del sector conservador, si bien ha votado en diversas ocasiones con los progresistas. Tras Mozo, la presidencia vuelve a ser conservadora.

El CGPJ cuenta ya con cinco bajas, lo que supone un cuarto de los 20 vocales más el presidente que lo componen. La más sonada, la de Carlos Lesmes tras su dimisión, fue la que provocó un debate sucesorio sin precedente y la jefatura del Poder Judicial terminó en una bicefalia de forma que Francisco Marín Castán se ha quedado al frente del Tribunal Supremo y Mozo (hasta hoy) al frente del Consejo. Las vacantes las completan la vocal Concepción Sáez que renunció -por la degradación que a su juicio vivía el órgano por su no renovación Rafael Fernández Valverde que se jubiló y Victoria Cinto que falleció hace un año.