El protagonismo de las encuestas electorales ha salido tocado por los resultados del 23J. No es la primera vez que fallan las previsiones demoscópicas pero su uso como arma arrojadiza en la campaña ha hecho más doloroso su desatino. Todas las previsiones daban una victoria más amplia al PP y todas erraban en la atribución de escaños al PSOE. Hasta el punto de que VOX ha reprochado al PP haber manipulado las mismas con fines electorales. Algo de lo que ha sido acusado constantemente el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) cuyos datos tampoco han acertado, pero cuyas estimaciones no son de las que más se alejan de los datos definitivos.

Para Francisco Martín, sociólogo y director de Research & Insights existen varios motivos por los que fallan las encuestas. "Si bien la muestra habitual que suele realizarse de 2.000 entrevistas es una muestra amplia para el global de la población, haciendo autocrítica, cuando uno tiene que repartir entre 52 circunscripciones, la muestra ya no es tan potente como para poder asegurar con garantías cómo se reparten los escaños en cada una de ellas; por poner un ejemplo, y aunque la muestra por circunscripción sea muy diferente y proporcional a la realidad, si dividimos 2.000 entrevistas entre 52, nos darían 38 entrevistas por cada provincia, lo que no deja de ser una muestra pobre como para sacar conclusiones claras por provincia", explica.

Analizando las encuestas de los últimos días de campaña -muchas de ellas no se conocieron hasta que se cerraron los colegios electorales- se observa que los porcentajes de votos que atribuyen a los partidos se acercan bastante al porcentaje resultante del 23-J. No se desvían tanto como la atribución de diputados. El promedio de escaños asignados a los partidos en las horquillas salidas de la encuestas se desvían mucho de los resultados oficiales cuanto más grande es la horquilla atribuida al partido.

"El multipartidismo y la Ley D´Hont tampoco ayudan a los sociólogos", afirma Martín. "Si uno se va unos años para atrás, ve que en la mayoría de las circunscripciones la mayoría de ellas se las repartían mayoritariamente entre los dos grandes partidos y, a lo sumo, IU; en este escenario, acertar, o no desviarte demasiado, no era tan complicado ya que, salvo en comunidades históricas, las opciones eran limitadas. Sin embargo, en la actualidad, contamos con dos partidos con mucha presencia y otros dos partidos estatales con una presencia no desdeñable, lo que puede provocar que las estimaciones en estos casos puedan alejarse de la realidad y haber importantes 'bailes de escaños' que acaben desvirtuando el resultado final", agrega.

Entre las encuestas de estas elecciones destaca el CIS del 5 de julio, polémico por ser el único que daba ganador al PSOE, un estudio que utilizó el músculo del Centro de Investigaciones Sociológicas con una muestra de cerca de 9.000 casos. José Félix Tezanos se pasó de generoso con el PSOE en 3 escaños y se quedó corto en 5 con el PP. Donde más se desvió fue con Sumar al que concedió 4 puntos porcentuales de votos más de los que recibió y se desvió en 15 escaños.

La discrepancia entre las encuestas se apreció la noche electoral cuando las mediciones de SigmaDos para RTVE no daban para sumar al PP con VOX y las de GAD3 le otorgaban opciones claras a Feijóo de gobernar con 181 diputados junto a VOX. El sondeo que mejor sale parado al comparar la suma de desviaciones de puntos porcentuales y de promedios de escaños es la de Sociométrica para El Español que se desvía 17 escaños y solo 5 puntos porcentuales. 

Indecisos y voto útil

Los indecisos y el voto útil terminan de complicar la labor demoscópica. Indecisos, pero que con seguridad aseguraban que iban a votar, aunque aún no tenían claro a quién lo iban a hacer; "un perfil que, por los datos que se ofrecían, tenía una mayor simpatía y preferencia por el PSOE, lo que ha podido favorecer un último aumento de la izquierda". "Probablemente el clima de polarización de la campaña ha provocado que este grupo de ciudadanos que históricamente podrían no haber ido a votar, pero ante este escenario finalmente lo han hecho por aquel partido con el que históricamente tenían un mayor vínculo o simpatía", asegura Martín.

A este colectivo se suma la decisión del voto útil que es difícil de incluir en una encuesta. "La participación y el voto útil hacia el PSOE en Cataluña han favorecido un aumento del PSOE de 7 escaños, no visto por los sondeos en general, logrando un total de 19 ayer; resulta significativo que en Cataluña, entre ERC y JxC solo sumen, por ejemplo, el 24% del voto, frente a más del 36% que lograron en 2019, una variación que las encuestas no han detectado, o al menos, en esa magnitud", concluye el sociólogo.