La etarra Natividad Jáuregui, alias Pepona, ha quedado en libertad después de que la Audiencia Nacional haya decretado el archivo de la causa por la que lleva tres años en prisión preventiva al considerar que el atentado de ETA contra el teniente coronel del Ejército Ramón Romeo Rotaeche en 1981 en Bilbao, ha prescrito.

La sección segunda de lo Penal ha estimado la petición de archivo de la defensa de Jáuregui al considerar, en contra del criterio de la Fiscalía, que el delito estaría prescrito, de modo que declaran extinguida su responsabilidad penal y acuerdan el archivo del procedimiento y su puesta en libertad con medidas cautelares.

La Audiencia Nacional reclamó a Jáuregui por el atentado terrorista perpetrado por el Comando Vizcaya de ETA, en el que supuestamente estaba Jáuregui y en el que murieron otros cinco agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Natividad Jáuregui huyó a Francia en 1978 por su presunta relación con las actividades del comando "Iskulin". Posteriormente pasó a formar parte como miembro "liberado" del comando Vizcaya y, como tal, participó en diversos atentados cometidos a lo largo del año 1981 por los integrantes de ese comando en la provincia de Vizcaya, explica la nota de la Policía.

Tras su regreso a Francia, huyó después a México, donde sería localizada en 2002 con ocasión de la detención y posterior entrega España de otro miembro de ETA, José Antonio Borde Gaztelumendi.

Volvió de forma clandestina a Europa y se instaló en Bélgica, donde sería localizada y detenida en Gante en 2013, como resultado de una operación culminada por la Policía Judicial Federal de Bélgica, en colaboración con la Comisaría General de Información de la Policía Nacional y el Centro Nacional de Inteligencia, señala el comunicado.

Jáuregui se encontraba en prisión provisional desde noviembre de 2020, cuando fue entregada por Bélgica tras 30 años huida. En Bélgica, Jáuregui trabajó como cocinera en restaurantes y para familias particulares e, incluso, participó en la elaboración de un libro de cocina, en el que colaboraron cocineros de distintos países y en el que ella aparecía con su nombre y fotografía, según sus abogados.